La relación entre Euskadi y el jazz es curiosa. Durante buena parte del año la programación de este género es escasa, exclusiva de algunos clubes y para un público más bien minoritario. Pero llega el calor, y se enciende el fervor jazzístico en Euskadi. Es ya una tradición, con más de 30 años. Así que, para qué buscarle mayores explicaciones.
Como ya es costumbre, ese vendaval veraniego de jazz llega a Euskadi por la Margen Derecha. Getxo cumple 38 años de su festival, que poco a poco y desde la humildad ha ido creciendo hasta poderse permitir el lujo de traer a artistas de primer nivel internacional. Si el año pasado fue el gran trompetista Wynton Marsalis, esta vez trae un variado y exquisito cartel, encabezado por el piano siempre cálido y elegante de Michel Camilo (sábado 5). Cada concierto suyo es un regalo de jazz latino, sonrisas y virtuosismo. Por Getxo ya ha pasado en otras dos ocasiones.
Pero ante todo, el cuidado cartel trae un equilibrio de estilos. Además del sabor latino de Camilo, el festival comenzará el miércoles 2 con un concierto de Natalia Dicenta, conocida por su trayectoria como de actriz y presentadora, perteneciente a una saga teatral pero que desde 1999 compagina su carrera con la música.
Le seguirá el jueves 3 la batería de Jack DeJohnette, que a sus 71 años sigue en forma. Desde la segunda fila de la sección rítmica, ha acompañado a los más grandes. Comenzó junto con Keith Jarrett, grabó luego con Joe Henderson, Herbie Hancock y Bill Evans. Es especialmente recordada su etapa en la banda de Miles Davis, al frente de la vanguardia del jazz de principios de los setenta. Recientemente también se le ha podido tocando con Chick Corea y Stanley Clarke. A Getxo vendrá acompañado de Ravi Coltrane y Matt Garrison, hijos de una leyenda como John Coltrane y de Jimmy Garrison.
El viernes 4 tiene su espacio la pianista japonesa Hiromi, que ya ha pasado de considerarse una promesa para ser un valor consolidado del jazz contemporáneo. También ella ha pasado en anteriores ocasiones por Euskadi, y siempre dejando un poso de crear escuela con su fusión de estilos.
Tras la actuación del sábado 5 de Michel Camilo, el cierre de este año corresponderá a Diego 'El Cigala'. El cantaor flamenco es un habitual de los festivales de jazz, tras su incursión en este género junto con Bebo Valdés.
Como otros años, además de los grandes artistas en Getxo hay un lugar dedicado al concurso de grupos europeos en la plaza Biotz Alai, el espacio Tercer Milenio en la plaza Estación de Algorta y las jam sessions.
Vitoria no tiene que esperar al Festival de Jazz, la segunda quincena de julio, para sonar a música. Del 1 al 12 Jazzaharrean, el festival del Casco Medieval, enciende la mecha de una agenda veraniega repleta de sonido.
Este certamen, inicialmente una propuesta de dos de los establecimientos del Casco Viejo más activos en cuanto a programación musical durante todo el año, El Parral y Gora Taberna, ha ido creciendo edición tras edición. En su novena cita las actuaciones se extienden a otros cinco locales del Casco Viejo –Bodegón Gorbea, Hor Dago, Jango, Elorza y Erdizka- que se reparten las actuaciones ofreciendo un recorrido musical en diferentes rincones de la parte vieja vitoriana. Solo dos conciertos se salen de este itinerario: el de Noguel Quartet en Artium, y el del trío de Kansas Moreland & Arbuckle como broche final el sábado 12 de julio en Hell Dorado. Por cierto, los americanos también actuarán en Bilbao, en el Kafe Antzokia, el martes 8.
El extenso cartel –con 21 conciertos y varias ‘master class’- se inicia el martes 1 de julio con rock electrónico de los catalanes J4F, en El Parral. Un año más los grupos locales tienen un gran protagonismo y van desde el sonido más soul y funk de bandas nacidas en Euskadi como los vitorianos Water & Close o Jazz 4 Joy, los bilbaínos Priscilla Band o los donostiarras Sky Beats. El blues llega de la mano de Anaut, el grupo madrileño encabezado por Alberto Anaut, que en su primer álbum ‘140’ desprende la elegancia del ritmo americano; o los veteranos Edu Manazas & Whisky Tren, que con siete discos se han convertido en una de las mejores bandas de blues a nivel nacional.
La improvisación es el plato principal de la Pintxo Jam Session Canalla, un formato ideado por el saxofonista Raúl Romo y el guitarrista Iván Pacheco. Para celebrar su décimo aniversario los músicos quieren reunir a parte de los instrumentistas que han tomado parte en alguna de las 34 sesiones que se han celebrado y que siempre son únicas y diferentes.
Burlesque, swing, jazz… el programa es tan variado que resulta imposible detallarlo por completo, así que recomendamos echar un vistazo a la web de Jazzaharrean y tomar buena nota de amplio abanico de posibilidades para disfrutar de 11 días de música en vivo, en un ambiente cercano y en pleno Casco Medieval de Vitoria. Y gratuitos (con la excepción de Moreland & Arbuckle).
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