Soy Dani Álvarez, presento y dirijo cada mañana Boulevard en Radio Euskadi entre las 6 y las 10 de la mañana. A los 12 años escuché por primera vez a Iron Maiden y me dije “esto es lo mío”. Desde los 22 busco y cuento noticias, y a todas horas escucho Metal. He entrevistado a más lehendakaris (5) que veces he visto a Metallica o he ido a Wacken (4). Decir más sería reiterativo.
Welcome back Mr Mustaine. Dystopia 7’5/10
Hay músicos que tienen la virtud de rodearse siempre de excelentes compañeros, Dave Mustaine es, junto con Ozzy Osburne, seguramente uno de los ejemplos. Tan inestable como magnético a la hora de captar instrumentistas virtuosos, casi una veintena de guitarristas, bajistas y baterías han pasado por las filas del pelirrojo de las camisas blancas.
Sin embargo, estar apoyado por buenos ejecutores no es garantía de fabricación de buenas canciones. Para ello es necesaria la inspiración de un buen compositor. Y a Mustaine no siempre le han acompañado las ideas brillantes (como ejemplo, el anterior Supercollider). Es cierto que no se puede grabar un clásico cada vez que uno entra al estudio, pero los últimos discos de Megadeth se movían entre la atonía y un quiero y no puedo que, por fin, se ha superado. El nuevo disco de Megadeth “Dystopia” merece un 7’5/10 y se puede considerar lo mejor que Dave Mustaine ha hecho en la última década.
El triángulo Kiko Loureiro-Dave Ellefson-Chris Adler aporta una pegada superior a un Mustaine que hace casi todo bien esta vez: ha logrado un sonido limpio en la producción, canta como lo hizo en las grandes ocasiones y ha elaborado unas buenas canciones. Las 11 que integran Dystopia se pasan rápido y se escuchan con agrado. Cada vez que pinchas el disco descubres nuevas tonalidades, surgidas de solos imposibles que salen de los dedos de Loureiro y de cambios de ritmo que enseñan el camino de lo que es el Heavy Metal del año 2016.
Hace tiempo que la etiqueta Thrash Metal se le quedó pequeña a Megadeth, que ha sabido transformar su sonido en una dinámica de evolución que a veces ha sido errónea, pero que esta vez atina de pleno. Cada miembro del grupo aporta lo mejor de sí mismo. El ex guitarrista de Angra recuerda a los tiempos de Marty Friedman (los mejores de Megadeth, sin duda) con una clase superior, y la base que conforman Ellefson y Adler se acopla perfectamente. Lo de Adler es, sencillamente, aplastante; consigue que pensemos que tocar la batería como él es fácil. A veces me pregunto qué necesidad tenía de meterse en este jardín cuando lo tiene todo con Lamb of God. Oírle hablar de Mustaine hace que dudemos del supuesto carácter indomable del músico a quien siempre se le recordará que le echaron de Metallica, aunque tenga una carrera tan respetable como la de sus excompañeros.
Una distopía es una utopía indeseable; la creación de una sociedad caótica en la que nadie querría vivir. El término va acorde con las letras y la portada: un Nuev York hundido en las ruinas de una guerra de terminators: “somos testigos del hundimiento de la sociedad occidental. Atacar la familia, atacar su fe y sus sueños. Otra crisis prefabricada mantiene a la gente distraída”, canta un Mustaine cada día más en la right wing de la sociedad estadounidense.
Sin llegar al nivel estratosférico de Rust in peace o a la brillantez de Youthtanasia, este Dystopia se coloca muy arriba en la etapa post-Friedman dentro de la trayectoria de Megadeth. El tema que da título al disco tiene aroma de clásico y todo el cedé mantiene un mismo tono, sin perder fuerza. Atención al cambio de ritmo antes del solo en ese Dystopia, o al final de Fatal illusion. En ambos casos parece que te echa encima una manada de búfalos. Poisonous shadows te transportará a los tiempos de Family tree o A tout le monde, y Foreign policy es puro Peace sells que sirve para enseñar a esa hornada de nuevas bandas de Thrash que quieren repetir lo que ya se hizo en 1986 cómo fabricar un tema lleno de ira. Por cierto, leed la letra de The emperor, ¿Estará dedicada a su ex batería Nick Menza?
Muy buen trabajo el que acaba de firmar Megadeth, remontando claramente el vuelo y poniendo el listón a sus coetáneos que están a punto de salir también (Anthrax o Metallica). Mustaine puede ser criticado por muchas cosas, pero nunca se le podrá acusar de carecer de talento e inteligencia. Su nueva formación puede darle momentos memorables. De él, y de la respuesta del público, dependerá que esto dure. Yo, personalmente, estoy deseando escuchar este material en directo.
Por cierto, este sábado 20 de febrero por la noche estaré pinchando buenas canciones en el Pub Skulls de Barrenkale en Bilbao junto con DJ Satanito. Nos vemos allí!
Hay músicos que tienen la virtud de rodearse siempre de excelentes compañeros, Dave Mustaine es, junto con Ozzy Osburne, seguramente uno de los ejemplos. Tan inestable como magnético a la hora de captar instrumentistas virtuosos, casi una veintena de guitarristas, bajistas y baterías han pasado por las filas del pelirrojo de las camisas blancas.
Sin embargo, estar apoyado por buenos ejecutores no es garantía de fabricación de buenas canciones. Para ello es necesaria la inspiración de un buen compositor. Y a Mustaine no siempre le han acompañado las ideas brillantes (como ejemplo, el anterior Supercollider). Es cierto que no se puede grabar un clásico cada vez que uno entra al estudio, pero los últimos discos de Megadeth se movían entre la atonía y un quiero y no puedo que, por fin, se ha superado. El nuevo disco de Megadeth “Dystopia” merece un 7’5/10 y se puede considerar lo mejor que Dave Mustaine ha hecho en la última década.