Blogs Opinión y blogs

Sobre este blog

Una alternativa antes del 25S. La abstención es un apoyo (y II)

Tras dos elecciones generales,  seguimos sin gobierno y sin perspectiva de haberlo porque nadie quiere saber nada de Rajoy ni del PP;  a pesar de que ha mejorado su resultado( +14)  y ha llegado a 137 escaños, a pesar de  que con los 32 de Cs alcanzarían los 169,  cerca de la mayoría necesaria de 176, nadie quiere ser corresponsable de tanta injusticia, desigualdad e indecencia como la que ha dejado la acción de gobierno del PP, salvo algunos históricos del socialismo español.

La gran esperanza de la derecha mediática, al servicio de las grandes corporaciones y del PP es que se haga bueno el vaticinio de que Cs le dé el sí a Rajoy para que así el PSOE deje paso con una abstención al PP. Es la opción también de un sector histórico del socialismo encabezado por Felipe González que viene presionando al partido hace años, desde las elecciones europeas, primero,  con una gran coalición, y luego con el apoyo-abstención al PP. Este sector es el gran problema actual del PSOE que quiere, como hizo Papandreu en Grecia,  pactar  con la derecha; les da igual que acabemos como el PASOK. Este sector quiere liquidar el PSOE como fuerza alternativa a la derecha. Por eso hace falta otro Congreso de refundación, otro Suresnes,  que acabe con este  PSOE histórico que no hace honor a su historia y renueve el liderazgo de Pedro Sánchez fortaleciendo su posición. La mejor forma de hacerlo es desde la Moncloa, sin lugar a dudas, y las figuras del PSOE histórico actual, que tiene mucho pasado y escaso futuro, lo sabe; el final del ciclo de El País de Cebrián señala el final del ciclo del PSOE de Felipe, por eso se van a encargar de obstaculizar cualquier iniciativa de gobierno alternativo. Igual que Suresnes fue el final del PSOE de Llopis,  el nuevo congreso debe ser el final de Felipe González.

Yo soy de los socialistas que está radicalmente en contra del apoyo abstencionista al PP,  pues esto sería una auténtica estafa para los casi de cinco millones y medio de votantes socialistas que votaron cambio. Creo además que, si bien había que dejarle a Rajoy un tiempo para que fuera a la investidura, ese tiempo ya se ha acabado y la próxima semana,  cuando el Rey vuelva a llamar a consultas debe estar encima de la mesa una alternativa de cambio con los votos del PSOE (85), Unidos Podemos (71) y el PNV (5) ; son 161 votos que pueden verse incrementados en la investidura si,  los que han dicho que no quieren que siga Rajoy, son sinceros y votan en consecuencia a cambio de nada más y nada menos que de que no gobierne el PP. Pueden llegar los votos de CDC (8) y los de EH Bildu (2) y los de CCA ( 1). Vista la constitución de la mesa no creo que nadie esté en condiciones de reprochar nada a quien sea investido con esos 10 u 11 escaños más.

Mi primera opción, como la de Antonio Gutiérrez, José Angel Cuerda, Llamazares, Baldovi…y otros, era que se volviera a intentar un acuerdo con Cs y UP, que llegaría a los 188,  pero visto lo sucedido con la constitución escatológica  de la mesa del congreso y el  permanente cambio de opinión de Cs  ya no lo tengo tan claro. Me conformo con un gobierno en minoría de 161 con Unidos Podemos (UP)  y el PNV y  con apoyos puntuales y acuerdos parlamentarios día a día para gobernar; eso significaría que Cs se mantendría en la abstención y que sólo votaran en contra de Pedro Sánchez,  los 137 del PP.  

Yo estoy convencido de que Unidos Podemos (71) , ya no es el Podemos de 2015, y que ha cambiado de actitud. El portavoz de Compromis,  Balldovi, el histórico de IU, como Llamazares, incluso, Alberto Garzón, son conscientes de que hay que flexibilizar posturas y llegar a un acuerdo con el PSOE y evitar otras elecciones. Iglesias ha encajado que la pérdida el 26J de 1,2 millones de votos que se fueron a la abstención [no al PSOE, algo a tener en cuenta  también por los socialistas que no han ganado más que en tres provincias de toda España:  Sevilla, Huelva y Jaen. Es una tendencia a la baja nítida que hay que revertir]  y que , tras el 20D,  la gestión de Pablo Iglesias, los insultos y vejaciones a Pedro Sánchez y su ansia de rebasar al PSOE, hicieron imposible el cambio. Es consciente que sus maneras han generado,  además,  tal inquina entre los socialistas que un acuerdo con ellos,  sólo es posible con otras formas en Podemos . Yo comparto con P. Iglesias que el PSOE no debe hacer caso a Felipe González,  pero no comparto ni su populismo, ni su oportunismo,  ni su sectarismo, ni muchos de sus planteamientos políticos,  propios de un indigente moral y político ( cal viva); pero igual que el PSE-EE es capaz de pactar con el PNV en Euskadi tras el acoso al que nos sometió, el PSOE debe superar el pasado reciente y disponerse a negociar con UP el cambio de gobierno. Y lo debe hacer con una visión más estratégica y de futuro a medio plazo; esos más de diez millones de votos que aglutinar deben ser la base  de la renovación de la socialdemocracia en España que  se iniciaría con un acuerdo de gobierno del PSOE con Podemos y avanzaría en un futuro en otras colaboraciones en otras CCAA s y Ayuntamientos. Ese es el futuro cuando las cosas se vean con un poco más de perspectiva y se compartan experiencias positivas de gobierno y se trasladen a sus bases; así se avanzará en la transformación de las fuerzas de la izquierda,  con el relevo y  la regeneración y dinamismo de sus nuevos cuadros.  

En diciembre de 2015 era partidario de un gobierno de izquierdas para responder a la emergencia social, un gobierno a la portuguesa,  que aparcara la cuestión territorial y abordara de manera consensuada un cambio desde la izquierda, como Jiménez Villarejo o Manuela Carmena proponían a Iglesias;  tras aquellas inefables ruedas de prensa de P. Iglesias, deseché la idea y me conformé con un gobierno de cambio, acepté la tesis de la transversalidad de Pedro Sánchez. Los discursos de investidura de la “cal viva” y la campaña del 'sorpasso' no son motivos para el optimismo,  pero hay que superar los obstáculos por el bien general del país, que pasa, por el  cambio de gobierno.  Ya sé que la  propuesta de transversalidad fue rechazada por los vetos mutuos y que  nos fuimos a unas elecciones en las que el PP y Rajoy (+14) han salido fortalecidos y que puede a volver a ocurrir lo mismo pero acrecentado. Por ello defiendo que deberían levantarse ese veto mutuo y recíproco para hacer un gobierno de 188;  pero si no lo hacen,  hay que acordar con UP y PNV un gobierno de 161, con unos mínimos. Es la única salida para quienes fuimos a las elecciones por el cambio. Que Cs apechugue con las consecuencias. Si lo hiciera llegaría Rajoy a 169, pero Sánchez podría llegar a 180 si le votan ERC (9) CDC (8) y EH Bildu (2)

No comparto la actitud de los socialistas que se limitan a animar al PP a que forme gobierno con “sus afines”  o con “las derechas” (incluyendo ahí al PNV) y se olvidan de que ellos tienen la responsabilidad de trabajar y buscar la manera de conseguir que se materialice una alternativa de gobierno al PP,  igual que Susana Díaz, Lambán, García Page, Fernández Vara etc… han hecho en las comunidades autónomas que gobiernan. Puedo entender esta postura como táctica con el fin de poner en evidencia,  una vez más, lo que ya está claro y  hasta el propio monarca sabe: nadie quiere a Rajoy, está solo, nadie quiere acordar gobierno con el PP. Pero el amigo de Bárcenas, el que mantiene de ministro a Fernández Dìaz, el que es el secretario general de un partido imputado por obstruir la acción de la justicia, el que…. tras la “escatológica” constitución de la mesa del congreso , nos anuncia que no hay fecha de legislatura y estará en funciones hasta que consiga doblegar a Rivera y Sánchez, nos amenaza a través de los medios,  como si de un Erdogán se tratara, de que si no se le apoya esto será un infierno para el PSOE, se pide un día sí y otro también que se rebelen contra el secretario general…etc  haciendo de la vida democrática un espacio insufrible. Quiere cargar la responsabilidad de unas nuevas elecciones a Sánchez por no apoyarle con su abstención y no dejarle gobernar. Esto es algo insólito, único en la historia de la democracia.

Pero si esto no fuera suficiente también le va a endosar la responsabilidad de las posibles sanciones que Bruselas nos impondría por no fijar el techo de gasto, aprobar los  presupuestos etc… Hay que parar a este gobierno corrupto, que actúa como si aún tuviera mayoría absoluta y como si aquí no hubiera un parlamento democrático; es necesario meter “el turbo” y presentar al Rey una propuesta de investidura alternativa  lo antes posible,  sin esperar a que la íntima amiga de Mariano,  que preside el Congreso,  fije fecha de investidura. Antes de las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre debe haber una propuesta de gobierno alternativo a Rajoy y al PP e inferir una derrota en toda regla a la estrategia del PP que le haga ir más debilitado a esos comicios porque ha sido desalojado de la Moncloa.

Para acabar esta larga reflexión, quiero hacer un aviso al compañero de viaje de los socialistas vascos . Cualquier persona con un mínimo de sensatez podría pensar que si uno apuesta por la gobernabilidad y estabilidad en Euskadi debería apostar también por la gobernabilidad y la estabilidad del gobierno de España; no me parece de recibo eso de que nos quieren meter en una melé que no va con nosotros, dando a entender que el gobierno de España al PNV se la trae al pairo y que le da lo mismo Rajoy que Sánchez. No se entiende la escasa implicación del PNV en la gobernabilidad de España; de hecho,  no se entiende en Euskadi un gobierno de la nación “en funciones” que se comporta como si tuviera mayoría absoluta (véase, p.e. el RD de las reválidas de ESO y Bachillerato publicado recientemente en el BOE) y  al que se le acusa de recentralización y de recurrir las leyes que se aprueban en el Parlamento vasco y luego se deja abierta la posibilidad de un apoyo tras el 25 de septiembre. Tampoco se entendería en Euskadi que el PNV estuviera dispuesto a echar una mano al PSOE para dar un apoyo abstencionista a Rajoy  y no para apoyar un gobierno alternativo y de cambio a la mayor brevedad.

En todo caso, esta será una cuestión que estará presente en la campaña de las autonómicas por muy breve que esta sea y que, estoy convencido,  puede influir en los resultados. Espero que quien se niegue a contribuir al cambio en la gobernabilidad de España se vea castigado y que quien lo favorezca se vea compensado en las urnas. Pero para ello es preciso que se trabaje por una alternativa antes del 25 de septiembre.

Un socialistas alavés que quiere poder seguir siéndolo.

Tras dos elecciones generales,  seguimos sin gobierno y sin perspectiva de haberlo porque nadie quiere saber nada de Rajoy ni del PP;  a pesar de que ha mejorado su resultado( +14)  y ha llegado a 137 escaños, a pesar de  que con los 32 de Cs alcanzarían los 169,  cerca de la mayoría necesaria de 176, nadie quiere ser corresponsable de tanta injusticia, desigualdad e indecencia como la que ha dejado la acción de gobierno del PP, salvo algunos históricos del socialismo español.

La gran esperanza de la derecha mediática, al servicio de las grandes corporaciones y del PP es que se haga bueno el vaticinio de que Cs le dé el sí a Rajoy para que así el PSOE deje paso con una abstención al PP. Es la opción también de un sector histórico del socialismo encabezado por Felipe González que viene presionando al partido hace años, desde las elecciones europeas, primero,  con una gran coalición, y luego con el apoyo-abstención al PP. Este sector es el gran problema actual del PSOE que quiere, como hizo Papandreu en Grecia,  pactar  con la derecha; les da igual que acabemos como el PASOK. Este sector quiere liquidar el PSOE como fuerza alternativa a la derecha. Por eso hace falta otro Congreso de refundación, otro Suresnes,  que acabe con este  PSOE histórico que no hace honor a su historia y renueve el liderazgo de Pedro Sánchez fortaleciendo su posición. La mejor forma de hacerlo es desde la Moncloa, sin lugar a dudas, y las figuras del PSOE histórico actual, que tiene mucho pasado y escaso futuro, lo sabe; el final del ciclo de El País de Cebrián señala el final del ciclo del PSOE de Felipe, por eso se van a encargar de obstaculizar cualquier iniciativa de gobierno alternativo. Igual que Suresnes fue el final del PSOE de Llopis,  el nuevo congreso debe ser el final de Felipe González.