Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera
Sobre este blog

Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Una nueva Euskadi envejecida

Más de mil pruebas a bebés para detectar problemas de audición en el Complejo Hospitalario de Jaén  hasta junio

Dani Álvarez

En Euskadi nacen pocos niños, cada vez menos. Este podría ser un hecho con una importancia limitada, si no fuera por dos cuestiones: la primera, que nacen menos bebés de los que la gran mayoría de parejas querrían tener; y la segunda, nuestras prioridades como sociedad están basculando no hacia los jóvenes, sino hacia los mayores. Y estas dos realidades no se pueden considerar como algo positivo. Ni en el presente ni en el futuro. Se da la paradoja de que Euskadi, ahora que disfruta de un bienestar no conocido jamás, y en el que la violencia y el terrorismo empiezan a formar parte de un oscuro pasado, se presenta ante el mundo como un país nuevo, en el que sus habitantes son cada vez más viejos.

Las cifras no son más que el reflejo de las calles del País: la natalidad desciende a un ritmo superior al 2 %. Nacen unos 17.000 bebés cada año, y las madres tienen una edad media muy alta. ¿Hijos por pareja? Poco más de uno. A finales del decenio de los 70, nacían más de 41.000 niños. Es decir, cuanto mejor vivimos, menos hijos tenemos. Euskadi envejece, por tanto, y sólo Grecia o Italia en Europa, y Japón en el mundo presentan una arruga colectiva más acusada. Aunque a este paso, les alcanzaremos.

Con este panorama, la agenda de debate político y social está marcado por las canas. El gran asunto ahora mismo es el de las pensiones. Es decir, en un mundo cambiante, que avanza a una velocidad vertiginosa, y en el que la creatividad es clave para mantenerse en pie, en Euskadi nos preocupa sobre todo cómo están los que ya han dejado de trabajar. ¿Y por qué pasa esto? Pues pasa porque vivimos bien, y porque se ha construido la imagen de que criar a un hijo es algo que interrumpe el bienestar. También sucede porque, aunque haya quien aún lo niegue, los jóvenes padecen precariedad. Y sucede también por algo que, realmente, es fantástico: porque las mujeres pueden desarrollar sus carreras laborales y, en ese trayecto, la maternidad puede ser una interrupción inconveniente.

El 22 % de las madres en 2017 eran extranjeras. Ellas tienen más hijos y más jóvenes, entre los 20 y los 25 años. Los que viven en peores condiciones socioeconómicas tienen más hijos. Acabará siendo una cosa de pobres. Imagínene cómo reaccionarían ustedes si su hija, con 25 años, les dijera que está embarazada. Puede ser que aquí haya menos ayudas públicas que en otros países, pero ese no es el único problema: la realidad es que Euskadi no es agradable para las familias. Un bebé llorando en un restaurante motivará las quejas de otros clientes, hay hoteles que no admiten niños, y en nuestras ciudades o pueblos, hay lugares intransitables con un carrito de bebé.

Suecia: 120 euros al mes por hijo hasta los 16 años, si se pone enfermo sus padres pueden coger la baja laboral, y 16 meses de excedencia para madres y madres. Es decir, los empresarios no hacen eso de preguntarles a las mujeres si piensan quedarse embarazadas. En Copenhague, los restaurantes tienen un aparcamiento de carritos junto a su entrada. En Euskadi, en 2020 tendremos a uno de cada cuatro habitantes por encima de los 65 años. Les confieso que una de las cosas que más me atormentan en esta vida es no llegar a conocer a mis nietos. Me preocupa bastante más eso que mi pensión futura. Hoy en día en Euskadi tenemos menos hijos de lo que querríamos. Y eso es un drama. “Me habría gustado tener más”, ¿Cuántas veces nos han hecho nuestros amigos esta confesión? La última vez que estuve en el hospital de Basurto, haciendo Boulevard, los cuatro últimos bebés se llamaban Hugo, Aiala, Derek y Nasir. Así es la Euskadi menguante que viene, más preocupada por las canas que por los pañales. Más preocupada por los recuerdos que por los sueños.

Sobre este blog

Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Etiquetas
stats