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Boney M. desata la locura setentera en la txosna Gogorregi

El grupo Boney M. sobre el escenario en Bilbao.

Belén Ferreras

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Sonaba la voz de Rafael cantando 'Mi gran noche' como preludio de lo que estaba por llegar. Gogorregi, la txosna de las juventudes del PNV, vivió este martes su gran noche, y no solo porque tuviera a la cúpula del partido detrás de la barra durante una horas. Cierto es que atrae público eso de decir 'alcalde, ponme una caña' o 'Andoni (Ortuzar), saca tres kalimotxos', pero la expectación estaba puesta en el escenario al que subió el mítico grupo Boney M. -bueno lo que queda de él- desatando una locura setentera al ritmo de sus grandes éxitos, que coreó un público entregado ya antes de que se oyeran los primeros acordes. No importó que hubiera ocasiones en los que la música tapara las voces. O que la voz ronca del cantante masculino no tuviera el mismo registro grave e inquietante al que nos tenía acostumbrados el fallecido Bobby Farrell. Ni que su baile recordara poco a la locura contorsionista de aquel. Todo el mundo bailó y cantó en Gogorregi al ritmo imparable del cuarteto alemán de origen caribeño.

Muchos de los que este martes cantaban las canciones de Boney M. no habían nacido cuando el grupo tuvo sus primeros éxitos, pero eso prueba la huella que este grupo ha marcado a fuego en el panorama musical,. Sonaron 'Daddy Cool', 'Sunny', ' Ma baker 'y 'Belfast', entre otros muchos, y se dejaron para los bises la mítica 'Rivers of Babylon' y 'Rasputin'.

Turno de barra

Poco antes de que salieran los Boney M. al escenario terminaban su turno en la barra el presidente del PNV, Andoni Ortuzar,  la presidenta del PNV en Bizkaia, Itxaso Atutxa, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y la presidenta de las Juntas de Bizkaia, Ana Otadui, que demostraron que no se les da mal eso de poner cañas. La txosna de las juventudes del PNV recuperaban este martes la tradición previa a la pandemia de llevar a los máximos dirigentes del partido a vestirse la camiseta con los colores de la konpartsa un día durante la Aste Nagusia, coincidiendo con la jornada solidaria, destinada en esta ocasión a la Fundación Síndrome de Down del País Vasco. “Os van a fichar de camareros ahora que dicen que faltan”, se bromeaba por allí. Y entre caña y kalimotxo nada de hablar sobre si PNV apoyará o no el decreto de medidas energéticas que se vota este jueves en el Congreso o si los nacionalistas van a posibilitar ese acercamiento que parece buscar el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo. Este martes solo tocaba fiesta.

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