Los críticos de EA esgrimen una tercera resolución judicial para cuestionar a Eva Blanco como secretaria general
El sector crítico de Eusko Alkartasuna (EA), el partido socialdemócrata integrado en EH Bildu, ha esgrimido una tercera resolución judicial en la que interpreta que queda “sin efecto” el nombramiento de Eva Blanco al frente de la formación, algo que se produjo el verano del pasado año después de un juicio celebrado en 2019 que confirmó que no había anomalías en la anulación del candidato crítico alternativo, Maiorga Ramírez, lo que supuso la victoria automática en las primarias de la representante oficialista. La dirección de EA, en cambio, ha respondido con el silencio a estos reproches y entiende que la posición de Blanco, que también es vicepresidenta del Parlamento, no está en cuestión.
Los críticos, además de por Ramírez, están encabezados por tres de los líderes de territoriales, Iratxe López de Aberasturi (Álava), Mikel Goenaga (Gipuzkoa) y Miren Aranoa (Navarra). Esos coordinadores, en un comunicado, han destacado este martes la importancia de esta resolución judicial, insisten en que la Comisión de Garantías visó la “legalidad” de la candidatura de Ramírez y han hecho un “llamamiento al diálogo, a la democracia interna y al cese de la represión y expulsiones”. Se refieren al expediente abierto -no finalizado- contra dos vocales de Garantías. “Es algo nunca visto”, insisten desde este sector.
En paralelo, la batalla se libra en la jurisdicción penal. Otra denuncia llevó a que declararan como imputados los dirigentes Mariano Álava e Iker Ruiz de Egino por haber permitido presuntamente irregularidades en las primarias y en el proceso judicial que ratificó su resultado. Recientemente han ampliado la denuncia. Este procedimiento se halla en una fase muy incipiente.
“En la práctica, la única vía para acabar con la situación de interinidad sigue siendo una confrontación democrática entre Blanco y Ramírez”, apuntan los críticos, que subrayan que “la única función” de una secretaria general en funciones debería ser la convocatoria de elecciones internas. Además de las fuertes discrepancias de índole personal, la pugna tiene también un trasfondo político, ya que los críticos desean redefinir el “encaje” de EA dentro de EH Bildu, que vive su propio proceso congresual. Aspiran a que la formación sea más una coalición y menos un partido, ya que entienden que diluye la historia de los socios fundadores. En una entrevista con este periódico, Blanco lo rechazó con rotundidad: “EH Bildu es Eusko Alkartasuna 100%. Y el que lo niegue es porque no lo quiere ver”.
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