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Decimoquinto Día de la Memoria en Euskadi y un año más sin unidad política en el recuerdo a las víctimas

El lehendakari, Iñigo Urkullu, en la jornada del Día de la Memoria de 2023

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
9 de noviembre de 2024 21:45 h

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10 de noviembre: Día de la Memoria en Euskadi. Es ya la decimoquinta edición. Sin embargo, un año más, la falta de unidad política en torno a quiénes son las víctimas que merecen esa memoria presidirá la jornada. Los actos serán varios. Por quinto año el Gobierno de España ha adelantado 24 horas su propia convocatoria. Ésta es una cronología de todas las ediciones.

2010: Primer Día de la Memoria, con Patxi López de lehendakari y en homenaje a las víctimas del terrorismo, de ETA y de otras bandas. La fecha fue elegida por no haberse producido ningún asesinato, algo excepcional en el calendario. En el Parlamento, no hubo unanimidad política. EA y Aralar entendieron que no se atendía a todas las víctimas, en alusión a las de la violencia policial. La presidenta, Arantza Quiroga, invitó a víctimas del terrorismo. “Me gustaría que EA y Aralar me miren a los ojos y me digan por qué no han estado con nosotros”, protestaron algunas de ellas. Aralar, encabezado por la que luego fue directora del Instituto de la Memoria en el Gobierno del PNV, Aintzane Ezenarro, se manifestó fuera de la Cámara en un acto alternativo.

2011: Arantza Quiroga encabezó un homenaje a “todas las víctimas del terrorismo” en la Cámara. Colocó junto a la escultura de homenaje ubicada en la entrada del Parlamento una corona de flores en su honor. PNV, IU, EA y Aralar criticaron esta decisión y a última hora compraron otro ornamento floral para honrar a “todas las víctimas”. El PSE-EE denunció el “triste” espectáculo de división.

2012: Tras las elecciones autonómicas y con el Gobierno y el Parlamento en funciones, la falta de consenso llevó a Quiroga a desconvocar el acto en el Parlamento. El Gobierno de Patxi López sí mantuvo el suyo e introdujo el recuerdo a las víctimas de “estructuras del Estado que tardaron demasiado en hacer el necesario tránsito hacia la democracia”, aunque “sin equiparaciones” con los asesinados a manos de ETA y con exigencia de condena del terrorismo para EH Bildu.

2013: Ya con Iñigo Urkullu como lehendakari, el Parlamento sumó a PNV, PSE-EE y, por primera vez, a EH Bildu, representado por su portavoz, Laura Mintegi, y otros miembros de la coalición. PP y UPyD ya se desmarcaron con rotundidad al entender que se desnaturalizaba el recuerdo a las víctimas del terrorismo al sumar a los asesinados por “abusos policiales”.

2014: El Parlamento, ante las discrepancias en torno al objeto del Día de la Memoria, optó por un acto silencioso en recuerdo a las víctimas. Ni la ausencia de mensajes concitó la unión. Sí estuvo EH Bildu, encabezado por Unai Urruzuno, pero no PP y UPyD.

2015: La presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, leyó con motivo del Día de la Memoria un fragmento del denominado “suelo ético”, que en 2012 había concitado el apoyo contra la violencia de PNV, PSE-EE, PP, Aralar e IU en su momento. Sin embargo, al acto asistieron todos los miembros de EH Bildu, encabezados por Hasier Arraiz, y no los aforados de PP, que organizó un homenaje exclusivo para las víctimas del terrorismo, y UPyD. La izquierda abertzale, en todo caso, participó también en una concentración de Etxerat contra las víctimas “no reconocidas” que habría causado la dispersión de los “presos políticos”. En paralelo, el Gobierno vasco aprovechó la jornada para inaugurar Gogora, el Instituto de la Memoria. Su proyecto estrella ha sido una exposición itinerante llamada Plaza de la Memoria y ha recorrido una veintena de localidades.

2016: Otro año más sin unanimidad política. El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, encabezan el acto central del Día de la Memoria en los exteriores de la Cámara y se lee un texto propuesto por Eudel en el que se denuncia la “injusticia” del dolor sufrido por las víctimas, por “todas” las víctimas. El PP se desmarcó. Su líder, Alfonso Alonso, reclamó un “día específico” para los asesinados por el terrorismo.

2017: El Día de la Memoria, en el Parlamento, se celebró en silencio, sin lemas ni manifiestos, como en 2014. El homenaje, que tuvo lugar bajo la lluvia, incluía no sólo a las víctimas del terrorismo, sino a las de violencia policial, lo que motivó el desmarque del PP, que llevó su acto a Getxo. Antes, en la puerta de la Cámara, EH Bildu arropó a Etxerat.

2018: El Parlamento, un año más, realizó una ofrenda floral silenciosa y sin presencia del PP por incluir en el homenaje a las víctimas policiales. El Memorial del Ministerio del Interior organizó un acto dedicado a los asesinados por ETA y otras organizaciones como el GAL y el BVE y se ausentó la izquierda abertzale. El Instituto de la Memoria (Gogora), por su parte, organizó un coloquio entre distintas víctimas en Donostia.

2019: El acto central del Parlamento se trasladó al 14 de noviembre por las elecciones generales. Fue una ofrenda floral silenciosa en memoria de todas las víctimas, las del terrorismo de ETA, las del GAL, el Batallón Vasco Español y otras organizaciones y también las de la violencia policial. Un año más, el PP se excusó por no compartir que se mezclen a éstas últimas con las del terrorismo. Con Pedro Sámchez y por vez primera en la décima edición de esta jornada, en la Cámara se personó el Gobierno de España, representado por el delegado del Ejecutivo, Jesús Loza. Etxerat y EH Bildu también denunciaron la “dispersión de los presos políticos”. El Memorial de Víctimas también desarrolló su acto propio, al igual que el PP. 

2020: El Gobierno de España, de la mano del Memorial, adelantó al 9 de noviembre su acto, centrado en la denuncia de los homenajes a los victimarios y a los ‘ongi etorri’. En el Parlamento Vasco, la novedad tras las autonómicas del verano fue la irrupción de Vox y de Ciudadanos, en este caso en coalición con el PP. PP+Cs y la ultraderecha no asistieron a la tradicional ofrenda floral en el exterior de la Cámara y convocaron conmemoraciones propias en Vitoria y Bilbao, respectivamente. En cuanto al Gobierno autonómico, llevó su acto a la sede de Gogora, en Bilbao, donde Urkullu invitó a jóvenes para que expusieran su mirada “no contaminada” sobre el pasado y la violencia. Todas las convocatorias tuvieron restricciones de aforos e impusieron el uso de mascarillas por la pandemia de COVID-19, que en aquel momento vivía días de gran incidencia.

2021: La Delegación del Gobierno de España en Euskadi y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo adelantaron también un día su acto. Tuvo lugar en Irún y, de manera particular, estuvo dedicado a quienes por su trabajo y sus responsabilidades sufrieron la amenaza y el chantaje de ETA, como jueces, concejales, empresarios o periodistas. Los actos del Gobierno vasco, en Donostia, aplaudieron a quienes salieron a la calle en los 'años de plomo' para denunciar la violencia y no exclusivamente la de ETA. El lema fue 'Bakearen alde egin zenuten guztioi, eskerrik asko!' ('A todas las personas que os comprometisteis con la paz, ¡gracias!', en castellano). En el Parlamento Vasco, PP, Ciudadanos y Vox no acudieron a la ofrenda floral y EH Bildu volvió a secundar una convocatoria en el exterior de la asociación de presos de ETA Etxerat para que quienes fallecieron en desplazamientos por carretera en viajes a las cárceles sean también incluidos como víctimas. El PP, como cada año, planteó una cita alternativa en el monolito en honor a las víctimas del terrorismo a las afueras de la comisaría de la Ertzaintza de Vitoria. Vox organizó otro acto con la presencia de José Antonio Ortega Lara, miembro del partido y que estuvo más de 500 días secuestrado por ETA. Las mascarillas por la COVID-19 fueron protagonistas de cada una de las citas.

2022: Ya sin mascarillas, el acto del Gobierno de España se celebró el 9 de noviembre. Por vez primera, una víctima del GAL participó en los actos del Estado con motivo del Día de la Memoria. El delegado, Denis Itxaso, recalcó que “el GAL nunca debió suceder” porque “causó dolor y restó legitimidad al Estado”. En el Parlamento Vasco, una vez más, la ofrenda floral junto a la escultura de Cristina Iglesias no fue respaldada por PP,+Cs y Vox. Sí estuvo EH Bildu, pero luego lo compatibilizó en el exterior con el acto de Etxerat. Sin embargo, el hito más relevante de la jornada fue en el acto del Gobierno vasco. En el Instituto de la Memoria (Gogora) el lehendakari, Iñigo Urkullu, presentó un esfuerzo institucional por articular unas “bases compartidas para la construcción social de la memoria en Euskadi”. El texto partía de la constatación ética de que “ni los conflictos políticos ni la razón de Estado justifican, en ningún caso, el uso de la violencia” pero avisaba también de que pretender “un único relato 'oficial' se antoja artificial”. EH Bildu y PP, que suelen ser incompatibles en otros espacios sobre convivencia y derechos humanos, se abstuvieron cuando se planteó a principios de 2022 poner en marcha este informe: no votaron en contra. Fue sido elaborado por tres expertos universitarios, Virginia López de Maturana y Unai Belaustegi de la UPV/EHU y Eider Landaberea de Deusto, y tres víctimas, Josu Elespe y María Jauregi como hijos de asesinados por ETA y Axun Lasa como hermana de un asesinado de los GAL. 

2023:  Tanto el Gobierno de España, a través del Memorial de Vitoria, como el Gobierno vasco, a través de Gogora (Instituto de la Memoria), organizaron actos en el mismo sentido de incentivar la transmisión de la historia de la violencia a las nuevas generaciones y presentaron vídeos con testimonios de adolescentes. Como en años anteriores, PP, Ciudadanos y Vox no fueron a la ofrenda floral silenciosa del Parlamento Vasco por incluir a las víctimas policiales. Una pequeña delegación de Nagorno Karabaj sí asistió como invitada y EH Bildu, como es costumbre, acompañó también un evento en el exterior de la Cámara del colectivo de familiares de presos de ETA Etxerat, que tienen otro enfoque de la jornada. Las formaciones de la derecha organizaron sus propios homenajes y apenas en Donostia hubo un amago de unidad política.

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