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Euskadi activará a finales de febrero un plan de ciberseguridad para garantizar la limpieza de las elecciones vascas

Erkoreka y Urkullu, con mandos y agentes de la Ertzaintza

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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Al igual que es habitual poner una patrulla de la Ertzaintza en cada colegio electoral para cuestiones tan básicas como que nadie robe las urnas o manipule a los votantes, las autonómicas vascas de 2024 estrenarán un operativo de cibervigilancia para velar por la seguridad y limpieza del proceso en su conjunto -y no solamente del domingo electoral- en ámbitos como el aplicativo informático del escrutinio, las webs institucionales o incluso las redes sociales. “Se va a crear un operativo de vigilancia digital que se va a activar durante la última semana de febrero”, explica en declaraciones a elDiario.es/Euskadi Javier Diéguez, ingeniero informático y, desde septiembre, director general de la nueva Agencia Vasca de Seguridad, que recibe el nombre de Cyberzaintza. La entrevista completa se publicará este fin de semana.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, no ha decidido aún la fecha electoral. La Euskadi política barrunta desde hace semanas la posibilidad del 21 de abril, aunque este jueves el propio lehendakari no ha querido confirmar el calendario. Si es así, en todo caso, el proceso arrancaría la última semana de este mes de febrero, como el plan especial de ciberseguridad. El momento crítico será el propio día de las elecciones y el escrutinio, evidentemente, pero habrá reportes periódicos desde el inicio del período electoral que se irán intensificando conforme se acerque el domingo de las votaciones.

La Cyberzaintza hereda la antigua estructura del Basque Cybersecurity Center, que ya realizó una prueba piloto en las autonómicas de 2020. El resto de elecciones son competencia del Estado y no están coordinadas por el Departamento de Seguridad vasco, de quien depende la nueva Cyberzaintza y que, con toda probabilidad, doblará en breve el presupuesto y personal de este organismo (de 2 a 4 millones y de 10 a 20 profesionales). Los ciberataques del colectivo prorruso NoName057(16), que han afectado a seis instituciones vascas en los últimos días, han puesto el foco en este organismo.

En Euskadi no existe el voto electrónico. El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, planteó al inicio de la legislatura un “análisis en profundidad” de este asunto, pero las autonómicas de 2024 serán como las anteriores. “Urge explorar los cambios normativos pertinentes que nos permitan la utilización de las nuevas tecnologías en el ámbito electoral: tanto para el voto por correo como para el voto electrónico”, dijo en el Parlamento Vasco cuando expuso sus líneas maestras para el cuatrienio, en octubre de 2020. La propuesta guardaba relación con el hecho de haber tenido que suspender de abril a julio unas elecciones -algo inédito- por la COVID-19.

Existen dos tipos de 'e-vote'. Por un lado, está la instalación de máquinas para emitir el voto en los colegios. Es la sustitución de las urnas y las papeletas por otro sistema, pero no un cambio del modelo. En la web institucional de Seguridad se apunta a que, “en 1998, Euskadi fue pionera en la regulación del voto electrónico”. “El Gobierno vasco desarrolló su propio sistema de voto electrónico denominado Demotek, que fue utilizado en diversos procesos electorales como las elecciones en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y del Athletic Club de Bilbao”, se indica. Sin embargo, hay ya modelos que permiten la emisión del voto a distancia, aunque requieren de controles de verificación de la identidad y otras cautelas. Aunque el operativo se presentará en las próximas semanas, las autonómicas de 2024 contarán con una nueva aplicación electrónica que sería compatible con la implantación futura del voto electrónico.

En la Cyberzaintza estiman que, sin voto electrónico, la vigilancia ha de darse a la plataforma de recuento y difusión de datos. Sin embargo, incluso aunque fallase habría un soporte en papel para hacer de modo manual un escrutinio, aunque fuera mucho más lento y no hubiera resultados inmediatos, como ocurre ya desde hace unos años. Diéguez recalca que son controles que hay que asumir como normales y que también se tienen que hacer en otros procesos como la campaña del IRPF, con millones de datos personales y económicos en juego.

El director general de la Cyberzaintza, en todo caso, estima que unas elecciones requieren mucho más. “Por ejemplo, en las redes sociales, hay que controlar la posible influencia en la opinión pública durante el día de reflexión. O revisar webs y cuentas de candidaturas o de partidos. Identificaremos cuáles son las cuentas sensibles y estaremos atentos a que haya reportes de incidentes, a que alguien nos pueda alertar de que se ha secuestrado su cuenta, por ejemplo”, indica Diéguez. También apunta a posibles “ataques” mediante “bots” o nodos de perfiles falsos que generan estados de opinión. “Lo que solemos hacer es trabajar en el desmantelamiento”, señala también, aunque admite la dificultad de perseguir redes originadas en el extranjero y que, una vez detectadas, se mueven y se regeneran. Agrega que es una operación que implica también a la Ertzaintza y a su unidad de delitos informáticos en caso de que puedan estar produciéndose delitos de suplantación o fraude.

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