Euskadi incluye la llegada de refugiados como un factor de riesgo de una nueva ola de COVID-19
El consejero-portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha situado la crisis de los refugiados como uno de los factores de riesgo de nueva ola de la COVID-19, que ya lleva al alza en Euskadi y otros países de Europa y del mundo varias semanas. “Vamos a asistir a un movimiento de personas en el continente, más de 4 o 5 millones en países en que los niveles de vacunación van a ser diferentes al nuestro. Es un elemento que nos lleva a la prudencia una vez más. La pandemia está ahí y no ha finalizado”, ha señalado en rueda de prensa Zupiria.
En la misma comparecencia, Zupuria ha indicado que 262 personas procedentes de Ucrania están acogidas de manera oficial en plazas de Cruz Roja, de CEAR y de Zehar. “No tenemos aún datos fiables de otras personas acogidas de manera informal por parte de familias ucranianas asentadas en Euskadi o por las familias vinculadas a los niños de Chernóbil. Nuestro esfuerzo sobre todo consiste en tratar de convertir esa solidaridad espontánea en una solidaridad organizada”, ha apostillado.
A su lado, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha explicado que la red educativa vasca tiene ya escolarizados 35 niños procedentes de Ucrania. “Tenemos establecidos una serie de procedimientos sabiendo que día a día nos van a ir llegando un mayor número de alumnado. Lo que priorizamos es que se puedan integrar en espacios escolares de referencia por conocidos o parentesco. Hay un procedimiento de cuidado, tanto psicológico como desde otros puntos de vista, para que puedan integrarse en el aula”. Bildarratz no ha concretado cómo se ha repartido entre la red pública y la concertada, que asume el 50% de la matriculación. Sí ha añadido que se trabajan ya planes específicos de integración: “Estamos intentando integrarles en un programa piloto, el Eusle. No es únicamente para los ucranianos. Es para que los alumnos migrantes tengan un espacio fuera de su aula habitual y que pasen tiempo con un profesor en grupos pequeñitos”.
150 millones en ayudas a la espera de las partidas concretas para los efectos de la guerra
Por otro lado, el gabinete de Iñigo Urkullu ha presentado este martes un primer paquete de ayudas dotado con 150 millones de euros para hacer frente a las consecuencias económicas de la invasión de Ucrania. Se ha planteado como algo extraordinario y urgente aunque, en verdad, la mayoría de estas líneas de subvención ya estaban previstas. De hecho, habrá que esperar al menos una semana más para las grandes ayudas nuevas. Además, el Gobierno incide en que toca “esperar” a “decisiones europeas” y a medidas estatales. Se plantea como clave la reforma de la tarificación de la energía, el denominado “desacoplamiento” del coste del gas. El lehendakari, Iñigo Urkullu, pidió también para España que se replique el mecanismo de cobertura de los ERTE durante la pandemia.
Esos 150 millones son subvenciones para eficiencia energética del sector industrial (61 millones), plan MOVES de vehículos alternativos (16 millones), ayudas al autoconsumo y almacenamiento con fuentes de energía renovables en el ámbito residencial (54 millones), el plan PREE de rehabilitación de fachadas (1,5 millones), transformación de flotas de transporte (6,4 millones, incluido el achatarramiento), energías renovables térmicas (7,7 millones) y energías marinas (2,5 millones). “Teniendo en cuenta que la competitividad empresarial se está resintiendo en aspectos ligados a los costes energéticos, se hace un llamamiento a la empresa vasca a que se acoja a los programas impulsados por en Ente Vasco de la Energía que se encuentran en vigor y que contribuyen al ahorro, a la eficiencia y a la generación y gestión de energías desligadas de fuentes dependientes”, ha explicado el Ejecutivo. Se da la circunstancia de que, el pasado año, un informe reveló que el último 'renove' de vehículos destinó el 73% de sus fondos a vehículos diésel y gasolina y que fueron cero los coches nuevos eléctricos matriculados.
“No generan una solución inmediata, pero ayudan a establecer sistemas de energía que a medio plazo pueden ofrecer soluciones de gran ayuda cara al futuro de las empresas”, señala el Gobierno, que promete “nuevas herramientas de financiación” que “están siendo definidas” ahora y que “se darán a conocer la semana que viene” para atender a “empresas que operan en estos mercados” o que “se ven afectadas por las consecuencias del conflicto bélico”. “Es pronto para definir detalles de importes y articulación, pero confiamos que en el próximo Consejo de Gobierno podamos disponer de estas nuevas herramientas”, se ha explicado. “Nos enfrentamos a un escenario de muchísima complejidad y de cuya duración poca información tenemos”, ha indicado el consejero-portavoz, Bingen Zupiria.
Por otra parte, ha trascendido que la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, mantendrá sendos encuentros con el primer sector -este miércoles- y con el sector del transporte y la logística -este jueves-. “Las afecciones siguen estando ligadas sobre todo al coste de la energía, las cadenas de suministros y la falta de determinadas materias primas”, explica el Gobierno, que actualizará “semanalmente” un informe del impacto industrial de la guerra en Euskadi.
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