Instituciones Penitenciarias veta una charla en una prisión sobre los encuentros entre etarras y sus víctimas
Que el Gobierno de Mariano Rajoy no ha creído en la denominada vía Nanclares -en la que han participado los presos arrepentidos de la organización terrorista ETA- ni ha potenciado los encuentros restaurativos entre etarras y sus víctimas iniciados durante la legislatura del socialista José Luis Rodríguez Zapatero es un hecho incontestable. La respuesta durante estos cuatro años de legislatura a las sucesivas peticiones de flexibilización de la política penintenciaria -sobre todo tras la decisión de ETA del pasado octubre de 2011 de anunciar el cese definitivo de su actividad terrorista- ha sido un 'no' rotundo a variar la política de dispersión o a acercar a los reclusos a Euskadi.
Ahora acaba de dar un paso más al vetar una conferencia que tenía previsto impartirse este jueves en la prisión de Topas (Salamanca) con la participación del exresponsable de Víctimas del Gobierno vasco con el lehendakari Urkullu, Txema Urkijo, y la mediadora y experta en justicia restaurativa y coordinadora de los encuentros restaurativos hasta que el actual gobierno popular decidió acabar con ellos, Esther Pascual. El curso, organizado por la UNED de Zamora, constaba de una ponencia titulada “Experiencias restaurativas en delitos de terrorismo”, que giraba en torno al programa de encuentros entre presos de ETA arrepentidos y disidentes de la organización y víctimas del terrorismo, en la que iban a participar tanto Urkijo como Pascual durante la mañana de este jueves.
Ambos remitieron al responsable universitario del curso en las últimas semanas la documentación necesaria -entre otras cosas para poder acceder a la prisión salmantina- y se “obtuvieron los correspondientes permisos y autorizaciones”, según explica Urkijo.
“Acaban de avisarnos de la UNED que, a última hora, desde Instituciones Penitenciarias se ha prohibido expresamente la entrada al centro [penintenciario] y por tanto la participación en el curso de Esther y la mía”, relata el propio Txema Urkijo en su cuenta de Facebook este miércoles y ha confirmado a este periódico. No se han “alegado motivos concretos”, explica, y simplemente se les ha mencionado que “el asunto viene de arriba”.
Silencio en Prisiones
Este periódico se ha puesto en contacto con la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que dirige Ángel Yuste, y durante todo el día y en varias ocasiones ha intentado recabar sin éxito una explicación oficial de este veto. Portavoces oficiales no han comentado la prohibición, ni han dado una versión oficial de lo ocurrido.
La última polémica, tras la petición realizada este mismo lunes por el lehendakari, Íñigo Urkullu, en un curso de verano de El Escorial, para que en un año se acercaran a los presos de ETA a Euskadi y se transfiera la competencia de Prisiones al Ejecutivo autonómico, se ha saldado con la misma respuesta por parte del Ejecutivo español: mientras ETA no se disuelva, no habrá cambios en la política penitenciaria. El equipo del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, echó por tierra desde el principio de la legislatura todo el trabajo de los encuentros restaurativos. Algo que voces tan autorizadas como la exdirectora de la Oficina de Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, Maixabel Lasa, -que participó en un encuentro con el asesino de su marido, el exgobernador civil de Gipuzkoa, Juan Mari Jáuregui, asesinado por ETA en 2000- denunciaron y reclamaron en su día que se recuperaran este tipo de encuentros. Con un Gobierno en funciones se ha optado por echar otra paletada de tierra sobre esta experiencia restaurativa, incluso aunque sea solo para explicarla dentro de una prisión.