Presupuestos con perspectiva de género para una igualdad real

En un informe del Foro Económico Mundial en el que se ha analizado la competitividad y la igualdad de género en 132 países, se concluye que aquellos países que presentan mayor índice de igualdad, son lo que mayor índice de competitividad tienen. Así, países como Finlandia, Dinamarca, Suiza o Islandia, que cuentan con los mayores índices, demuestran que la igualdad ayuda a los objetivos que los países tienen en materia de macroeconomía. Además, en el último informe del FMI sobre mujeres, trabajo y economía se concluye que los mercados de trabajo siguen estando divididos en función del género y sin duda, la participación de las mujeres en el mercado de trabajo es parte de la ecuación de crecimiento y estabilidad.

Todas estas conclusiones, de diferentes organismos, sirven para hacer un diagnóstico previo a realizar unos presupuestos con enfoque de género, a través de los que los gobiernos pueden cumplir sus compromisos relacionados con el género de una forma efectiva. La diferencia social y económica entre hombres y mujeres implica que muchas políticas y presupuestos afectan diferente a unos y a otros. Por ello, lo que se pretende es dotar a estos presupuestos de un enfoque que tenga en cuenta a las mujeres. Uno de los ejemplos más claros de desarrollo de este tipo de política económica es Austria. Durante las Jornadas ‘¿Tiene sexo la política presupuestaria?’ celebradas en Donostia, la economista política Elisabeth Klatzer ha explicado el proceso de introducción de la perspectiva feminista en los procesos presupuestarios públicos de este país.

Klatzer ha apuntado que fueron los movimientos sociales quienes convencieron al Gobierno para realizar este tipo de presupuestos, mostrando los beneficios que podían traerle al país. Se comenzó con un “proyecto piloto” en el que cada ministerio tenía que integrar la perspectiva de género. Según la economista, este primer paso salió “muy bien” y consiguieron un cambio en la ley presupuestaria para que este sistema fuera obligatorio. Así, hoy en día a todos los niveles, nacional, regional y local, el Gobierno tiene la obligación de conseguir objetivos de igualdad real en las políticas presupuestarias. En la realización de los presupuestos cada ministerio tiene que plantear unos objetivos basados en los resultados, y por lo menos uno de estos objetivos tiene que estar ligado a la perspectiva de género. Deben identificar donde están las desigualdades en su área y hacer algo para solucionarlo.

Esta economista asegura que el reto es que lo que se queda solo en políticas con intención de cambio se refleje de manera real en los presupuestos. Por ello, considera importante el hecho de que este proceso sea obligatorio. Sin embargo, apunta que hay ministerios más comprometidos con objetivos más ambiciosos y otros no. Por ejemplo, unos de los objetivos que se planteó en el Ministerio de Ciencia e Investigación en el presupuesto de 2013 del Gobierno de Austria, fue una mayor presencia de mujeres en puestos de liderazgo en esta área. Más concretamente que hubiese un 20% de mujeres en los consejos para 2016. Para ello, se plantearon soluciones como implementar obligaciones a las universidades, eliminar las diferencias salariales o la implementación de igualdad de género en los órganos competentes de este Ministerio.

Conclusiones

En Austria llevan desde 2013 realizando los presupuestos con perspectiva de género. Klatzer apunta que en este tiempo ha aprendido que este es un proceso de cambio que nunca termina, por lo que se lo toman como “un ejercicio que pretende responder a necesidades reales”. Asimismo, asegura que es necesario que las administraciones públicas tengan formación continua en este ámbito. Por otro lado, explica que hay que tener una visión global a nivel europeo y tener en cuenta la situación macroeconómica, así como fomentar la participación de la sociedad civil.

En este sentido, ha destacado la importancia de la creación de la ‘Red de presupuestos con perspectiva de género europea’ en el año 2006. En este organismo participan más de 27 países europeos, entre los que se encuentra España. La economista considera esta red un punto de encuentro importante para intercambiar ideas, reflexionar sobre dónde estamos y adonde tenemos que ir. Pero sobre todo, su reto, es fomentar los presupuestos con perspectiva de género en la Unión Europea. A su juicio, cuando miran, desde este organismo, las políticas de austeridad se dan cuenta que no están pensadas desde una perspectiva de género, lo que pone en peligro el estado de bienestar.