Una ikurriña junto al Ayuntamiento retrasa 20 minutos el chupinazo de los sanfermines
Una ikurriña colgada de lado a lado ha retrasado casi 20 minutos el chupinazo de las fiestas de San Fermín de 2013. El alcalde Enrique Maya (UPN) ha decidido demorar el acto más internacional, junto a los encierros, de las fiestas de Pamplona hasta que se retirase la bandera al argumentar que ponía en riesgo el lanzamiento del cohete por su proximidad con la balconada.
En concreto, el chupín ha salido a las 12.18 horas cuando empleados municipales han retirado la ikurriña descolgada por unos desconocidos delante de la fachada del Ayuntamiento de Pamplona desde los tejados cercanos al edificio consistorial.
El alcalde y la concejala María Caballero, también de UPN, instaron a los ediles de Bildu, presentes en el Consistorio para que hicieran lo posible para que se retirara la bandera, que cuelga de un cable sobre la plaza. Sin embargo, empleados municipales procedieron a cortar la sirga de la que colgaba la gran ikurriña y que había sido desplegada por dos jóvenes desde el tejado de un inmueble de la plaza Consistorial. El concejal de Seguridad Ciudadana, Ignacio Polo, ha considerado que esta actuación es una “desconsideración” con una fiesta que se ve en todo el mundo.
La demora ha causado estupor entre la multitud que, como todos los años, se agolpaba en la plaza del Ayuntamiento a la espera del inicio de la fiesta. Finalmente, el concejal socialista Eduardo Vall, acompañado por Ana Irene Rodeles, en representación de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), que este año celebra el 75º aniversario de su nacimiento, ha prendido la mecha del cohete al grito de “San Fermín, San Fermín”, a lo que ha añadido la coletilla “por respeto institucional”.
El incidente ha llevado al juzgado de guardia a la apertura de diligencias por un presunto delito contra el orden público.
El portavoz parlamentario de Bildu en el Parlamento navarro y secretario general de EA en la Comunidad foral, Maiorga Ramírez, ha acusado a UPN y PSE de intentar “crispar y ensuciar la fiesta” con el retraso del chupinazo y ha considerado “absolutamente absurdo” que se abran diligencias“ judiciales ante una ”iniciativa espontánea, no violenta y absolutamente normalizada“.
