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LAB acusa a Amazon de “perseguir” a los trabajadores de la planta de Trapagaran como represalia por las huelgas

Trabajadores de Amazon convocados por LAB concentrados en Bilbao.

Belén Ferreras

Bilbao —

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El sindicato LAB ha acusado a la dirección de Amazon en el centro logístico de Trapagaran en Bizkaia de estar llevando a cabo una campaña de “persecución” contra los trabajadores que han participado en las huelgas para reivindicar un convenio propio. Según han denunciado este martes en una concentración en Bilbao, la empresa ha comenzado a recurrir a las sanciones para, en su opinión, mandar “un mensaje claro a la plantilla: secundar las huelgas tiene consecuencias”.

Según aseguran, desde que se abrió este centro logístico en junio de 2019, el único que tiene la empresa en Bizkaia, se han tramitado 14 procedimientos sancionadores. “No es casualidad que la primera sanción venga después de la primera huelga en 2021. Absolutamente todas estas sanciones, se han impuesto a personal que ha secundado las huelgas”, dicen. De entrada, ha decidido judicializar todas las sanciones y ya tiene una sentencia a favor del sindicato: el juzgado nº3 de lo Social de Barakaldo ha dado la razón al sindicato y ha obligado a Amazon a revertir una sanción de días sin empleo y sueldo a un trabajador por “uso abusivo e indebido” del servicio de video-vigilancia dentro de las instalaciones.

El sindicato ha señalado que las sanciones son diversas, que consisten en “amonestaciones verbales, días sin empleo y sueldo e incluso un despido”, detallan y “la gran mayoría se han impuesto a simpatizantes, afiliadas y afiliados y delegadas y delegados del sindicato LAB” que es el que tiene mayoría en la comité y el que está impulsando los paros por un convenio propio, ya que los trabajadores están adscritos al convenio de Empresas de Transporte por Carretera y Actividades Auxiliares y Complementarias del Transporte de Bizkaia, que incluye las actividades de mensajería y operaciones logísticas.

En cuanto a las causas de las sanciones, son dispares, “pero todas tienen dos elementos comunes: que se han impuesto a huelguistas y que la empresa ha tergiversado los hechos para convertirlos en comportamientos sancionables. Amazon, no sólo ha retorcido la realidad, sino que hace un uso malicioso del régimen disciplinario, imponiendo sanciones graves a hechos tipificados como leves”, aseguran. Desde elDiario.es/Euskadi se ha contactado con la dirección de la empresas para que ofrecieran su versión sobre el asunto y han negado que las sanciones tengan que ver con las huelgas: “Las sanciones disciplinarias que se hayan llevado a cabo por la empresa no están en ningún caso relacionadas con la participación en movilizaciones. En Amazon no tomamos medidas contra aquellas personas que ejercen sus derechos. Como cualquier empleador, pedimos a las personas trabajadoras que cumplan con sus funciones en la empresa con la debida diligencia y, seguridad, únicamente llevando a cabo medidas disciplinarias cuando la situación así lo requiere y siempre de conformidad con la legislación aplicable”, han señalado

El sindicato ha anunciado que “responderá a las amenazas con una dinámica de solidaridad en la que invita a participar tanto las plantillas y colectivos sociales de Euskal Herria, como a secciones sindicales de otras plantas de Amazon y organizaciones sindicales internacionales”. En esta campaña intentará recabar los mayores apoyos posibles para denunciar a través de redes sociales que “Amazon exprime y reprime” a sus trabajadores.

Desde el sindicato LAB han denunciado además que la empresa ha intentado minimizar el impacto de las 18 jornadas de paros y huelgas que llevan realizando, muchas de ellas coincidiendo con fechas especiales como la Navidad o el Black Friday mediante la contratación de eventuales por la ETT Manpower “presionando individualmente a los y las trabajadoras” y, como no ha conseguido parar las huelgas, ha recurrido a las sanciones directas. Un claro caso de “persecución del sindicalismo” que, según recuerdan, “también se hace notar en las subcontratas que Amazon emplea para el servicio de reparto: cada vez que la plantilla de una empresa de transporte subcontratada se organiza y empieza a luchar por el cumplimiento de sus derechos, Amazon rescinde el contrato y no lo renueva”. En este sentido han recordado el caso de Vayven: “La plantilla organizada consiguió, a través de la lucha y por la vía judicial, que se les aplicase el convenio de transporte de Bizkaia en lugar del convenio estatal de mensajería, mejorando así sus condiciones laborales y Amazon decidió extinguir el contrato y avalar el despido de 23 personas”. “Está en el ADN de Amazon. Persiguen a quien se organiza en la mejora de las condiciones laborales. Esta política de empresa se extiende a lo largo del mundo”, aseguran.

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