Mercedes-Benz frena la producción en Vitoria en un 2022 de huelgas, microchips y excesos de stock
La Mercedes-Benz de Vitoria volverá a echar el freno en la producción. Es un año que está siendo especialmente complicado para la planta alavesa. En esta ocasión la principal empresa vasca por volumen de empleo -5.000 empleos directos y 30.000 indirectos- se ve obligada a detener el trabajo por la acumulación de stock en los diferentes mercados donde se comercializan las furgonetas que produce. Es decir, los vehículos no están teniendo salida, por lo que la dirección de la fábrica ha informado a la plantilla de que suspende la producción en los tres turnos de trabajo los días 15, 16, 19, 20, 21 y 22 de diciembre en los sectores productivos de Montaje Bruto, Pintura y Montaje Final.
La dirección ha informado de que el comité ejecutivo de Vans -la sección de furgonetas-, debido a la alta acumulación de stock existente en los diferentes mercados donde se comercializan sus productos, ha decidido actualizar las unidades del programa de producción del presente año 2022 a un nuevo volumen anual de 141.781 unidades, en lugar de las 146.758 previstas el pasado 19 de septiembre. Esto supone una reducción de la producción en 4.977 unidades. Por ello, se ha comunicado a toda la plantilla y los sectores afectados que se suspende la producción, con cargo a la bolsa de trabajo, en los tres turnos de los días 15, 16, 19, 20, 21 y 22 de diciembre, es decir, durante seis días, en los sectores productivos de montaje bruto, pintura y montaje final.
Esta suspensión afecta a todo el personal directo, indirecto y coaligados, con la excepción de aquellas personas que sean requeridas para llevar a cabo “tareas de necesaria realización”. También se desconvoca el próximo sábado 17 de diciembre en los sectores de Montaje, Pintura y Montaje Bruto. En la Cadena Ser, el presidente del comité, Igor Guevara, ha lamentado que no se haya podido planificar con margen para hacerlo coincidir con el puente.
La nueva parada se produce apenas unos días después de que la planta automovilística vasca tuviera que detener la producción por estar afectada por la huelga del metal de Bizkaia, y no contar con las piezas que se le proporciona desde empresas proveedoras como Gestamp. El 2022 está siendo un año complicado en lo que a la producción se refiere para planta vasca. Hay que tener en cuenta que la fábrica estuvo parada varios días a finales de febrero y marzo, concretamente los días 28 de febrero y 1, 2, 3 y 4 de marzo, debido a la “situación crítica” de la cadena de suministro derivada de la falta de disponibilidad en el mercado de semiconductores o microchips. Después, durante el verano, la planta tuvo que parar con motivo de las jornadas de huelga que convocaron los trabajadores para presionar en la negociación del convenio. Poco después, a finales del mes de septiembre, la empresa actualizaba su previsión de producción para este 2022 reduciendo en más de 11.000 furgonetas su objetivo para este año, en 146.758 unidades, frente a los inicialmente fijados de 158.000 unidades. Ahora la producción se reduce de de nuevo en otras 4.977 unidades y se queda en 141.781 para este final de año.
Por el momento, se sigue esperando la confirmación oficial de que la planta alavesa es la receptora de una inversón de 1.200 millones por parte de la multinacional alemana para especializarse en la fabricación de furgonetas eléctricas. Este podría ser el último legado de Emilio Titos como director general de la planta, ya que se ha confirmado que dejará el cargo por jubilación el próximo 1 de enero de 2023.
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