La odisea del voto desde el extranjero: las papeletas que no llegan a la urna

Cuando el domingo a las nueve de la mañana se abran las puertas de los colegios electorales en Euskadi, serán muchos los vascos que se acerquen a depositar su papeleta. Otros, preocupados por la COVID-19, ya la habrán enviado previamente por correo. El resto de sufragios, sin embargo, no llegarán a tiempo para el escrutinio: quedarán perdidos a mitad de camino entre el país de residencia de los electores en el extranjero y Euskadi.

A un votante vasco residente en el Reino Unido le llevaría prácticamente un mes recibir la documentación electoral necesaria y conseguir después que su voto llegase a Euskadi. Es la conclusión que se desprende de un simulacro llevado a cabo por la Federación Exterior de Izquierda Unida, partido integrado en la coalición Elkarrekin Podemos-IU. En otros casos, como el de Suecia o Argentina, el sobre con la papeleta todavía no ha regresado a tierras vascas más de un mes después de que se iniciaran los trámites. En ninguno de esos casos habría servido el esfuerzo para algo, pues el margen del que disponen para hacer llegar sus papeletas es de apenas ocho días, y en una situación de pandemia mundial. El siguiente mapa muestra en detalle los resultados de la simulación:

Con el voto rogado, introducido con la reforma de la Ley Electoral promulgada en 2011, son los electores residentes en el extranjero los que han de hacer una solicitud expresa para poder ejercer su derecho a voto. En la práctica, esto ha supuesto desde entonces una drástica participación allende las fronteras: desde que se aprobó con los votos de PP, PSOE, CiU y PNV, la participación del electorado exterior nunca ha alcanzado el 7%.

Vascos por el mundo

Son casi 76.000 los vascos con derecho a voto esparcidos por todos los rincones del globo, lo que supone un 4% del censo. Muchos en Europa y en América, pero también en el resto de continentes. Cuatro decenas podrían haber votado desde Catar y hasta 65 vascos tienen su residencia en las antípodas. También hay un emigrado en las paradisíacas Seychelles y otro en el remoto Palaos. En el siguiente mapa se puede consultar el número en cada uno de los países: