La pandemia crece un 43% en Euskadi en solamente una semana, se vuelve a acercar al pico y Gipuzkoa continúa con la incidencia más alta

Euskadi cierra con los 743 nuevos contagios de COVID-19 notificados este domingo una semana en que la tendencia de la pandemia ha cambiado drásticamente y a peor. En los últimos siete días, el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha detectado 4.449 positivos, la segunda peor semana de toda la pandemia y muy cerca del pico de la segunda ola, que se produjo entre finales de agosto y principios de septiembre y que se elevó a un tope de 4.592 semanales.

En siete días, la curva de contagios ha crecido un 43% en Euskadi. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ya admitió que estaba teniendo un comportamiento “exponencial” al anunciar este sábado nuevas restricciones. El crecimiento casi se ha triplicado en pocos días, ya que la semana anterior la subida fue del 17%. Aunque no hay datos concretos este domingo por ser fin de semana, el problema principal se concentra en Gipuzkoa, que ya el sábado se acercaba a una tasa de 500 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 y con zonas como Azpeitia-Azkoitia o Beasain en el entorno de 1.000. Este domingo vuelve a ser el territorio con más casos nuevos, 336, por 305 de Bizkaia y 99 de Álava -a los que se suman tres personas de fuera diagnosticadas aquí-.

Otro dato de relevancia es que la media semanal de positividad se ubica en el 6,38% -algo más baja el domingo-, un indicador de que existe transmisión comunitaria alta. El estándar que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) es del 5% y las autoridades sanitarias vascas prefieren incluso hablar del 3%, acorde con pautas europeas. La pasada semana y las tres anteriores se había mantenido entre el 3% y el 5%, pero ahora ha crecido. Y lo hace en un contexto en el que se hacen muchas pruebas -12.122 este domingo incluidas ya las nuevas de antígenos compradas por Osakidetza- y en el que están en marcha cribados masivos, que siempre generan porcentajes de positividad baja al hacerse entre población potencialmente sana. En el barrio de Sansomendi de Vitoria y en Azkoitia, por ejemplo, rondaba el 1%.

En cuanto a los hospitales, el sábado ingresaron otras 36 personas con COVID-19 en la red hospitalaria y hay 56 pacientes graves en la UCI. La consejera Sagardui defendió que a pesar del empeoramiento de la situación de los últimos días la presión hospitalaria seguía lejos de ser alta y que Euskadi tiene “capacidad” no sólo con los medios ordinarios sino porque puede incluso triplicar sus camas de intensivos si fuera preciso.