La pandemia vuelve a estar en expansión en Euskadi y la incidencia crece en Bizkaia y Donostia
La pandemia vuelve a estar en expansión en Euskadi a falta de explicaciones en torno al efecto de la llegada de la nueva cepa detectada originariamente en el Reino Unido a mediados de diciembre. Son ya cuatro días desde que se confirmaron los seis primeros casos y una semana desde que se empezaron a secuenciar. En un contexto global de subida de los casos, enciende las alarmas aquí el denominado R0, que mide los casos que origina cada positivo. En estos cuatro días en que no ha habido datos diarios ha superado claramente la barrera de 1. Eso quiere decir que cada infectado con coronavirus genera más de un caso, 1,13 de media este lunes pero hasta 1,18 en Gipuzkoa. Asimismo, la incidencia ha dejado de caer y crece ya en Bizkaia y también en Donostia.
A la vuelta del largo fin de semana, el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha notificado 362 nuevos casos positivos, 188 en Bizkaia, 132 en Gipuzkoa y 39 en Álava con una positividad del 6,8%, algo más baja que la de las jornadas precedentes pero claramente más alta de lo recomendable (5% o incluso 3-4%). ¿Se dispararían los positivos si se hicieran más pruebas? La tasa general de incidencia se ha quedado estancada en 239 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, lo que supone alerta amarilla y que es un umbral similar al que se llegó en octubre tras el pico de agosto-septiembre antes del gran repunte de noviembre. Respecto a la semana pasada los casos acumulados apenas han bajado un 1%. Los valores del R0 repiten también su comportamiento de octubre, previo a esa oleada.
El 33% de los casos son sintomáticos y, por tramos de edad, la incidencia crece entre los mayores de 65 años y entre los jóvenes de 19 a 39 años. No obstante, el grupo de edad más castigado es el de los mayores de 80 años, una tasa de 300, con el riesgo de letalidad que ello acarrea. En los hospitales están ingresadas 353 personas, cuando el 31 de diciembre eran 330. En la UCI hay 78 personas en estado crítico y la media diaria de ingresos se sitúa en 33 en la última semana. No se han ofrecido datos de fallecimientos en las últimas jornadas, aunque se siguen produciendo.
Arrasate-Mondragón sale de la alerta roja con una caída del 50% en una semana
En el plano más local, la noticia es que la localidad con más incidencia en las últimas semanas, Arrasate-Mondragón, ha pasado de alerta roja a naranja tras una caída del 50% de sus positivos en siete días. Por el contrario, la incidencia supera la tasa de 500 en Bermeo y Lazkao y siguen en ese nivel de alta transmisión comunitaria Aretxabaleta, Arrigorriaga y Beasain. En cuanto a las capitales, Vitoria es la única en alerta naranja (312 de tasa) pero la incidencia ha repuntado ligeramente en Donostia (223) y en Bilbao (256). En el lado opuesto, hay una localidad de más de 5.000 habitantes con una tasa de 0, Usurbil. Si el semáforo metafórico se pone en rojo y el municipio tiene más de 5.000 habitantes, se cierra la hostelería de manera automática. Además, se ha decidido mantener bares y restaurantes cerrados en otros pueblos más pequeños con muchos contagios, todos de Gipuzkoa, Ataun, Eskoriatza y Olaberria.
En cuanto a la vacunación, el Gobierno vasco ha informado de que este lunes ha llegado una segunda remesa de vacunas, 15.600 dosis que se suman a otras tantas de la pasada semana y al primer envío simbólico de 405 con las que se inauguró la campaña el domingo 27 de diciembre. “Euskadi continuará vacunando esta semana en las residencias de personas mayores tanto al personal sociosanitario como a las personas residentes”, ha informado sin más detalles Osakidetza, que remite a una comparecencia informativa para el 7 de enero.
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