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El PNV denunciará en el Aberri Eguna la “clara recentralización” en España

Presentación este jueves del Aberri Eguna del PNV para 2023

Iker Rioja Andueza

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Como es tradición, como cada Jueves Santo el PNV ha presentado el manifiesto político de cara al Aberri Eguna o día de la patria vasca, que se celebra en el Domingo de Resurección. Es habitual que el principal partido vasco exhiba su perfil más soberanista en esta conmemoración y 2023 no será una excepción. El documento está trufado de referencias al derecho a decidir, a la soberanía y a demandar más presencia internacional para la nación vasca, aunque no hay directamente apelaciones a la independencia y sí a procesos “en términos de bilateralidad”. Eso sí, hay una dura crítica al Estado por operar con “parámetros regresivos desde el punto de vista del autogobierno”. Se aprecia en España un “claro proceso de recentralización que pone en riesgo los consensos políticos y ataca los niveles de autogobierno alcanzados hasta la fecha”, estima el PNV.

El Aberri Eguna es una celebración singular y muy diferente, por ejemplo, a la Diada catalana. No tiene fecha fija -coincide siempre con el final de la Semana Santa- y tampoco es una fiesta institucional como tal, por lo que solamente suelen celebrarla las formaciones nacionalistas (con alguna excepción en el pasado con Podemos o con el propio PSOE) pero divididos, con actos de partido y no compartidos.

En el caso del PNV, que va recuperando plenamente sus formatos previos a las restricciones de la pandemia, repetirá con un mitin ante unas 4.000 personas en la Plaza Nueva. Intervendrán el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, y el lehendakari, Iñigo Urkullu. A ello le seguirá una comida en El Arenal bajo una gran carpa. Los 'burukides' Mireia Zarate y Xabier Barandiaran han detallado este jueves los pormenores logísticos de una cita ya muy condicionada por el debate electoral y que tendrá por lema 'Gure izaera. Gure aberria', en castellano 'Nuestra identidad. Nuestra patria'.

El manifiesto del PNV arranca con la constatación de que su nación vasca engloba también a Navarra y a los territorios allende la frontera francesa. De hecho, señala que en Lapurdi, Zuberoa y Behe Nafarroa hay un “importante renacimiento del sentimiento de pertenencia a Euskadi” merced a la “institucionalización” de esos territorios en una mancomunidad, que en todo caso está a años luz en competencias de las comunidades autónomas españolas. El partido recuerda también a los vascos en el exterior como parte de ese pueblo y recalca que el euskera es el idioma “propio”. Recalca también un espíritu europeísta en el nonagésimo aniversario del Aberri Eguna de 1933 celebrado bajo el lema 'Euzkadi-Europa'. Pero solamente en el arranque del texto emplea el concepto “Euskal Herria” y durante el resto del manifiesto utiliza “Euskadi”.

El documento sigue con el recordatorio de que el día de la patria vasca es necesariamente un momento de “reivindicación de los derechos nacionales”. El PNV entiende que en España no hay voluntad para avanzar hacia un modelo plurinacional y mira a Europa en busca de una “directiva de claridad” que regule de manera pactada el derecho a decidir de las “naciones sin Estado”. En todo caso, frente a experiencias pasadas como la de Catalunya, el PNV apela a que ese nuevo estatus ha de generar “grandes acuerdos” internos y caminar de la mano de la “sociedad vasca”. “Euskadi tiene derecho a decidir su propio futuro y a institucionalizar políticamente su derecho a la soberanía. No caben diferencias en la atribución de derechos entre pueblos. La atribución de derechos democráticos ha de ser universal para todos ellos. Tampoco partimos de cero porque, aunque constituyen realidades diferentes, el Estatuto de Autonomía de Gernika, el Amejoramiento Navarro o la Mancomunidad de Iparralde constituyen un avance importante en esta dirección. Pero sigue faltando voluntad política tanto para el reconocimiento del derecho a decidir como para pactar su ejercicio”, se puede leer.

El PNV muestra también su temor a que el “lenguaje bélico”, la “polarización” y la “radicalización” que aprecia en la política española se acabe contagiando a Euskadi. “Observamos con preocupación una devaluación del debate político”, afirma el partido de Ortuzar y Urkullu, que acusa a los partidos políticos de “ámbito estatal” en Euskadi -también a su socio de Gobierno, el PSE-EE- de haberse adherido a una “visión regresiva de la plurinacionalidad del Estado” y al resto, en velada referencia a EH Bildu, de construir “un escenario oscuro y negativo” con sus críticas a la gestión institucional del PNV en el grueso de administraciones vascas. “Ningún proyecto político puede ser construido sobre la negación del otro o como mero proceso de sustitución en el poder. Euskadi necesita propuestas positivas para fortalecer las instituciones, necesitamos un debate político alejado de la demagogia populista que tanto daño hace y hacer frente a la preocupante desafección política que amenaza a las democracias occidentales”, remacha.

“Nos encontramos ante una nueva agenda política que va a marcar los próximos años la realidad política de Euskadi, determinada fundamentalmente por el reto demográfico, por la igualdad de género, por la lucha contra el cambio climático, por la digitalización de la economía, por la lucha contra la exclusión social y por la igualdad lingüística y cultural. Merece la pena destacar un reto único y trascendental que tenemos los vascos y las vascas: fortalecer el uso social del euskera. Debemos redoblar un esfuerzo compartido para profundizar en la lengua propia de Euskadi”, añade también el PNV.

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