Sin que la ciudadanía haya olvidado la anterior protesta de los policías locales, Vitoria vuelve a vivir en este final de 2024 movilizaciones encubiertas en el cuerpo municipal, que no tiene derecho a la huelga. Bajas en cascada en eventos como la media maratón o las denominadas huelgas de celo -que hacen que se apliquen hasta el extremo las normas y se sucedan las multas- han llevado a la alcaldesa, la socialista Maider Etxebarria, cuyos escoltas han tenido que hacer sustituciones para cubrir vacantes, a implorar a los sindicatos a que no tomen a la ciudadanía como “rehenes”. Etxebarria ha anunciado una “investigación” de lo sucedido aunque, al mismo tiempo, han brotado las protestas de los Bomberos.
En la Policía, se acumulan varios problemas de fondo. Por un lado, el Ayuntamiento ha optado por tirar de la figura de los interinos para cubrir 20 plazas, una fórmula inexistente hasta la fecha y que no se emplea tampoco en la Ertzaintza, por ejemplo. Se sumarían a 25 plazas ordinarias para lograr 45, el 10% de la dotación total. Pero los sindicatos elevan las carencias hasta los 180 efectivos.
Por otro lado, han sido muchos los movimientos tanto en la dirección policial como en la política. Hace solamente unos días tomó posesión como comisario-jefe José Carlos García Marcos. La anterior en el cargo fue Marian Vidaurre, destituida entre insinuaciones de que había hecho dejación de sus funciones, según deslizó el Gobierno local. Y su predecesor, Roberto García Tobalina, vio su designación anulada por los tribunales. La cartera de Seguridad en Vitoria la lleva el PNV dentro de la coalición que mantiene con los socialistas. El concejal delegado era Iñaki Gurtubai pero, en noviembre, salió para pasar a ser diputado foral alavés. Le ha relevado su compañero César Fernández de Landa, que ha mantenido este jueves su primera reunión con los sindicatos.
Y no le han recibido precisamente con los brazos abiertos. “Ha sido una tomadura de pelo. Tenemos unos políticos de tercera categoría. Solicitamos a alguien de nivel que coja las riendas de la negociación”, ha manifestado a Efe Álvaro Sopa, portavoz de SIPLA, la central mayoritaria. En X, esta organización mantiene un tono muy duro con la gestión municipal. El Gobierno local asegura que el “buen clima” que tiene con el resto de centrales no es tal con este sindicato corporativo. Eso sí, CCOO también está apoyando las movilizaciones encubiertas y considera que el nuevo equipo político no parece “brillante”.
Erne es el segundo sindicato en la Policía de Vitoria. Sergio Gómez de Segura, secretario general de la central, recalca que “hay un déficit de plantilla de enorme” y que los refuerzos se han convertido “en algo estructural”. “Tenemos dos opciones: o está mal dimensionada la plantilla o mal planteada la carga de trabajo”, señala. Preguntado por la posibilidad de incorporar interinos, es contundente en el 'no'. “Queremos formación de calidad para la gente que patrulla nuestras calles. Tienen una responsabilidad y llevan un arma de fuego”, razona. Aboga por “más coordinación” con la Ertzaintza y pide “no demonizar” a los agentes, que son trabajadores con derechos igualmente. “Vitoria va creciendo, el índice de delincuencia es mayor, la sensación de inseguridad aumenta, ... Necesitamos más gente en la calle”, concluye.
“No puede ser. No es de recibo y realmente nos enfada mucho que sea la ciudadanía la que tenga que ser la pagana y nos sometan a ser rehenes de unas reivindicaciones suyas. Por eso, insisto en que desde CCOO y SIPLA tienen que hacer una reflexión sobre esta situación”, ha manifestado la alcaldesa Etxebarria recientemente. ELA no secunda la huelga de celo, aunque también es muy dura con la gestión policial.
La Policía de Vitoria tiene su base principal en Agirrelanda. Justo al lado está la estación de Bomberos. Y allí también ha prendido la llama de la protesta. De momento, hay un encierro iniciado este miércoles y que durará hasta este viernes. La idea es que, si no media una propuesta, se pase a la huelga desde el lunes y durante cinco días, es decir, coincidiendo también con eventos navideños como la cabalgata de Olentzero y Mari Domingi. Este jueves han protestado dentro de la sede administrativa del Ayuntamiento, en San Martín. Quieren un plus de peligrosidad, aumento de la plantilla, remodelación de las instalaciones de Agirrelanda y la aplicación de la nueva normativa autonómica, entre otras cuestiones.