Los sindicatos de la Administración en Euskadi despiden a Urkullu con otra huelga el 12 de marzo, a las puertas de las elecciones

Los sindicatos del sector público vasco -sin UGT, ni SATSE, vuelven a convocar a la huelga a los funcionarios públicos. Esta vez el 12 de marzo, en plena precampaña para las elecciones autonómicas, que previsiblemente serán el 21 de abril. ELA, LAB, CCOO, Steilas y ESK han asegurado este martes que “no ven otra opción que seguir con la movilización ante ”la nula voluntad política“ de negociar las condiciones laborales de los funcionarios vascos en Euskadi. Con esta nueva convocatoria dan continuidad a las huelgas realizadas en octubre y diciembre del año pasado, tras las que aseguran que la administración no ha ”mostrado voluntad de diálogo ni de acuerdo“.

Según han señalado, las condiciones de los empleados público “siguen empeorando”, pese a que “las diputaciones alardean de las buenas cifras de recaudación, el Gobierno vasco cierra los presupuestos con superávit y las instituciones retienen casi 10.000 millones en los bancos” . Y lo han contrapuesto con las mejoras en las subidas salariales que se están produciendo en el sector privado. “En Euskadi es Madrid el que sigue teniendo la batuta de las subidas salariales de los funcionarios”, indican.

Los sindicatos mantienen las exigencias de una subida salarial del 10% para recuperar el poder adquisitivo de los años anteriores. Es una subida que, aseguran, podría darse con “voluntad política”, como aseguran que ha quedado demostrado en el acuerdo para la investidura que abría la puerta que los salarios y condiciones de los funcionarios se decidieran en Euskadi. “Pero la práctica es que Madrid sigue decidiendo los salarios”, entienden. Y señalan que en los presupuestos vascos para 2024 se incluye en el artículo 19 “un sometimiento expreso a las decisiones de Madrid en materia de salarios y empleo”. Las centrales aseguran que en los dos últimos años han perdido un 8% de poder adquisitivo, pese a las subidas salariales que se han aprobado en los presupuestos. Desde el 2010 aseguran que han perdido un 20% de ese poder adquisitivo.

También quieren que la administración ponga veto de una vez por todas a la “elevada temporalidad” de los empleados públicos, que “está en su máximo histórico con un 44% y en algunos sectores como Osakidetza supera el 50% afectando a 65.000 trabajadores”, afirman, en lo que consideran un “claro declive los servicios públicos vascos”. Además de las condiciones salariales y el fin de temporalidad quieren cerrar la puerta a las privatizaciones, aliviar las cargas de trabajo de las plantillas y reducir la jornada laboral a las 32 horas semanales.

“No hay motivos para la huelga, a los datos me remito”, dice el Gobierno

La convocatoria de huelga se ha producido justo el día en que el Consejo de Gobierno vasco ha aprobado una subida salarial adicional del 0,5% para los empleados públicos para el año 2023, según ha anunciado la consejera Olatz Garamendi. Esta subida se abonará con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2023 en la nómina de marzo. “Algo más de 20 millones de euros de gasto estimado. No ha sido la única subida. Se suma a dos previas, 2,5% y 0,5% en 2023. La subida total es del 3.5% con respecto a 2022”, ha señalado Garamendi, que ha resaltado los “avances” para los trabajadores públicos. “A mi entender, podríamos decir que esta ha sido la legislatura de la mejora de la calidad del empleo público”, ha señalado, para asegurar que “no hay motivos para la huelga”.

También se ha referido a la creación de empleo para desmontar las quejas de los sindicatos: “Otra de las cuestiones es la creación del empleo público. De enero de 2020 a diciembre de 2023 el personal aumentó por encima de las 5.000 personas, además, en diciembre se aprobó la OPE 2023 de más de 3.000 plazas para abordar el relevo generacional y continuar haciendo frente a la interinidad”, ha señalado.

La consejera ha asegurado que se ha intentado “negociar con los sindicatos” y que hay datos que demuestran que “no hay razones para la convocatoria”. “Respeto totalmente la actividad sindical, pero a los datos me remito”, ha insistido. Garamendi ha hecho un llamamiento a los sindicatos: “Seguimos con las puertas abiertas y con nuestras propuesta de mejora. Cuando quieran estamos ahí”.