Los trabajadores de las ambulancias externalizadas de Osakidetza aumentan la presión y arrancan una huelga indefinida

Los trabajadores de las ambulancias externalizadas de Osakidetza han arrancado este lunes una nueva huelga, este vez de carácter indefinido, como medida de presión hacia las empresas y hacia al propio Servicio Vasco de Salud. Unos servicios mínimos que los sindicatos consideran abusivos garantizan la asistencia de las emergencias, las altas hospitalaria, los traslados de rehabilitación o los traslados para consultas a otras comunidades. Aún así, el paro afectará a cientos de pacientes en sus desplazamientos. Todos los sindicatos del sector unidos, ELA, LSB-USO, LAB, UGT, CCOO y ESK consideran que la actitud de las patronales y la indiferencia de Osakidetza no les deja otra alternativa que la huelga.

Está es la cuarta huelga, -con 23 días de paros- que realizan después de que se iniciaran las movilizaciones en septiembre. Cinco meses de conflicto en los que las patronales han denunciado un total de 230 sabotajes de los vehículos. La Ertzaintza detuvo el pasado 1 de febrero a dos personas acusadas ocasionar diversos daños en 46 ambulancia en la base que la empresa La Pau tiene en el barrio bilbaíno de Zorroza.. Además, una mujer falleció en Bermeo antes de que la pudiera trasladar al centro sanitario. Aunque no se puede vincular de manera esta muerte con el conflicto, el Departamento de Salud ha enviado al Parlamento Vasco un informe en el que se señala que “no pudo ser atendida por una ambulancia al encontrarse fuera de servicio”, ya que fue saboteada.

Este primer día de huelga ha sido secundado por el 90% de la plantilla, según han señalado las centrales. Los trabajadores han realizado una manifestación que ha salido del hospital de Basurto y ha recorrido las calles de Bilbao con parada ante la sede de Osakidetza y del Gobierno vasco. Los trabajadores reclaman recuperar el poder adquisitivo, que cifran en un 17%, y que constituye una “línea roja” en sus peticiones. También reclaman la homologación de sus condiciones con los trabajadores que están contratados directamente por Osakidetza, en jornada, licencias o pluses y que esto se realice “en un plazo razonable”.

Las partes se reunieron el pasado 25 de enero en la sede del Consejo d Relaciones Laborales (CRL) sin que consiguiera ningún tipo de acercamiento. La oferta de las empresas se sitúa en una paga no consolidable que suponga un 5% para los años 2022 y 2023, un 2,5% por año durante 5 años de subida salarial, y una reducción de jornada de 8 horas anuales cada año durante los 5 años que proponen como vigencia. “No hablan ni de licencias, ni de conciliación familiar, ni de carrera profesional, entre otras cuestiones, lo que está muy lejos de las reivindicaciones sindicales”, señalan las centrales.