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Los transportistas de Bizkaia advierten de que los peajes les supondrán 1.000 euros de coste al mes y eso “lo pagarán los ciudadanos”

Un camión circulando por una carretera vasca.

Belén Ferreras

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Transportistas de Bizkaia han advertido este martes de que los nuevos peajes en carreteras de Bizkaia para vehículos pesados que entrarán en vigor el uno de enero les supondrá una media de gasto de entre 700 y 1.000 euros al mes “y eso lo acabarán pagando los ciudadanos”. Representantes de las asociaciones Asetrabi, Asotrava, Hiru y de TransportBilbao han señalado que los transportistas, en su mayoría autónomos, tendrán que repercutir este gasto añadido a sus clientes para que les salga rentable sacar el camión del parking, por lo que “la Diputación de Bizkaia tiene que tener claro, que al final serán los ciudadanos los que acabarán pagando”, han señalado. Según los cálculos que han realizado, este nuevo canon supondrá que la institución foral se quedará por este concepto entre el 7 y el 10% de la facturación bruta. “Este transporte no puede soportar más porque el camión no da para más. Para poner dinero del bolsillo, que salga a la carretera la Diputación”, han señalado.

La Diputación de Bizkaia pondrá en marcha estos peajes en varias vías secundarias con el objetivo de disuadir a los transportistas a usarlas y que ese tráfico se derive a las autopistas. Aunque se han establecidos descuentos en función, por ejemplo, de la calificación medioambiental del vehículo y el uso de la vía, los transportistas consideran que “no son suficientes”, y han cargado contra una medida que considera que es “meramente recaudatoria”, cuando ellos ya financian “suficientemente” con todos los impuestos que pagan el mantemiento de esas vías. Además, han calificado la decisión de la Diputación vizcaína de “discriminatoria”, por implantarse solo para los camiones y no para todo el conjunto de vehículos, y han criticado que serán los transportistas de Bizkaia o de las provincias limítrofes los más afectados porque los extranjeros ya se están desplazando por las autovías.

No obstante, han considerado que el hecho de que les imponga peajes a sus vehículos no es más que el principio y han lanzado un aviso a navegantes: “Que tengan claro los ciudadanos que si con los transportistas no se recauda suficiente, la medida se extenderá al conjunto de los ciudadanos”, han dicho.

Transportistas y representantes de la Diputación foral llevan ya un año entero manteniendo reuniones para intentar un acuerdo sobre el tema sin conseguirlo: “Que quede claro que no se trata de una medida que está consensuada con el sector”, han señalado. De hecho, han recordado que el Ministerio de Transportes ha dejado una medida similar en suspenso, de momento, precisamente por no tener un acuerdo con los transportistas. “Pero aquí, la Diputación de Bizkaia quiere ser pionera”, han denunciado.

Ni movilizaciones ni judicialización, de momento

Por el momento no se plantean llevar a cabo ningún tipo de protesta, “porque no es el momento”, dicen, ni se plantean judicializar el conflicto como ocurrió con la Diputación de Gipuzkoa, y seguirán negociando con la Bizkaia para intentar, al menos, una rebaja en los peajes. No obstante, han recordado que el transporte de mercancías es esencial, “un servicio público”, porque se transporta de esta forma el 90% de las mercancías, y que se les está gravando con “otro impuesto” en un momento que está siendo muy complicado para el sector, con todos los problemas derivados de la guerra de Ucrania, empezando por el alza del gasóleo.

En relación con este punto, y en un momento en el que todavía no se sabe si el Gobierno central mantendrá los descuentos, al menos para este sector, han confiado en que “se confirme cuanto antes” que se mantiene la reducción de 0,20 céntimos por litro, porque si no es así “se vuelve a montar una trifulca”, han avisado.

Los peajes se implantarán para vehículos pesados de transporte de mercancías de más de 3,5 toneladas en cinco tramos de carreteras de Bizkaia. Los tramos incluidos son la A-8 y la BI-10, desde Basurto hasta el Haya; la N-240 por Barazar, desde El Gallo hasta la variante de Ubidea; la N-636 desde Durango a Gipuzkoa (Kanpazar); el corredor del Txorierri (la BI-30 o antigua N-637), entre Erletxes y Rontegi; y la BI-625, desde Laudio hasta Basauri. La totalidad de estos tramos suman 101,7 kilómetros. En ellas se ha instalado un sistema de arcos control 'free-flow' -sin barreras físicas-. De forma paralela, la institución foral ha acordado medidas para el sector de 5,6 millones de euros, que incluye descuentos y bonificaciones en las tarifas de peajes del 10% a las tarifas en la autopista AP-8 y Supersur para los vehículos pesados tipo I y tipo II a partir del 1 de enero de 2023.

El sistema de peajes para camiones pesados se extenderá también en Gipuzkoa a partir del año que viene, después de que los juzgados tumbaran la normativa anterior y la Diputación de Gipuzkoa tuviera que rescribirla. Álava tiene la norma en estudio y no se prevé que esté en marcha hasta 2026, aunque en este caso parece que podría estar abierta a todo tipo de vehículos y no solo a los camiones.

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