Urkullu, de “economía de guerra” al final de la crisis en menos de 100 días
El lehendakari Iñigo Ukullu ha asegurado este viernes en el Parlamento Vasco que “la recuperación y salida de la crisis es un hecho”, y ha pedido que se reconozca por parte de la oposición, más concretamente por PP+Cs, que le recriminaba la falta de competitividad de Euskadi. Urkullu, animado por los buenos datos de empleo y de afiliación a la Seguridad Social, con récord de trabajadores, y del arranque de algunas inversiones empresariales importantes, ha dado por zanjada una crisis cuando no han pasado ni 100 días -86 para ser exactos-, desde que advertía de que se entraba en “una economía de guerra” como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Es cierto que, además de los datos del paro conocidos de jueves, el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) que publicó este viernes el Eustat muestra que a economía vasca sigue creciendo -un 1% en el primer trimestre- y encadena ya siete trimestres de crecimiento, pero la guerra no ha terminado y no se sabe cuándo va a finalizar, y eso supone, además de una enorme crisis humanitaria, que se mantienen abiertos todos los condicionantes económicos que estaban abiertos el 9 de marzo, cuando Urkullu hablaba de economía de guerra y de “consecuencias severas”, a lo que hay que añadir una inflación que no deja de subir y que puede dar al traste con todas las previsiones.
Urkullu, que está muy molesto porque se le haya achacado “autocomplacencia” en su análisis de la evolución de la economía después del polémico informe de Zedarriak y sus interpretaciones, que han vuelto a salir este viernes en el debate parlamentario, ha insistido en que no se trata de una visión desde la autocomplacencia como ya hizo ante los empresarios en la asamblea de Cebek, y ha reconocido que “siempre hay que mejorar” y que “vivimos tiempos de incertidumbre y preocupación”. Sin embargo, a renglón seguido, ha destacado que Euskadi es un país en positivo“, ”estamos cumpliendo los objetivos“, y ”este año recuperaremos el producto interior bruto perdido durante la pandemia“.
Para demostrar la buena marcha de la economía vasca, Urkullu ha realizado un repaso de algunos acontecimientos económicos de estas dos semanas como que “Mercedes-Benz e Iberdrola se incorporan a Basquevolt; la primera piedra del hub de descarbonización en el Puerto de Bilbao; Satlantis lanza al espacio el primer satélite vasco; Oncomatryx inicia los ensayos clínicos de un nuevo medicamento contra el cáncer. Y los cito porque en todos estos proyectos participa el Gobierno vasco. Y estamos en contacto permanente con las empresas”, ha indicado, desechando que sean generales las críticas del empresariado vasco hacia la actuación del Gobierno en el ámbito económico. “Le animo a que se sume a empujar el carro, porque todos los demás estamos trabajando por ello”, ha recriminado Urkullu al parlamentario del PP+Cs Carlos Iturgaiz.
Tampoco ha admitido el lehendakari que la situación de Siemens Gamesa y el anuncio de la OPA por la que Siemens se hará con el total del capital de la vasca suponga la “pérdida” de esta empresa para Euskadi, como ha señalado el parlamentario de EH Bildu, Iker Casanova, que ha establecido un paralelismo entre la situación de Gamesa y la de Euskaltel: de empresas emblemáticas a depender por completo de una multinacional. Urkullu ha señalado que el Gobierno vasco va a seguir la operación sobre Siemens Gamesa “muy de cerca”, con el objetivo de que “Siemens encuentre en Euskadi el ecosistema necesario para reforzar la presencia, la actividad, la colaboración con los proveedores y, sobre todo, empleo”. “La mejor garantía para la continuidad de Siemens, y de cualquier empresa, es que seamos capaces de trabajar juntos y hacer atractivo y rentable su arraigo en Euskadi”, ha defendido.
Esta misma máxima ha sido la defendida por la consejera de Desarrollo Económico Arantxa Tapia, que respondía a una pregunta de Elkarrekin Podemos sobre Gamesa. “Estamos ocupándonos de una empresa que está ubicada en Euskadi, con el empleo en Euskadi y con desarrollo de proveedores en Euskadi, que tenemos que continuar alimentando y trabajando para que sea una industria de éxito. Esa es nuestra actuación, nuestro modelo de colaboración público-privada a través del desarrollo y la actuación en diferentes herramientas que ya existen”, ha señalado.
Precisamente, representantes del Gobierno vasco se han reunido este viernes con los sindicatos presentes en el comité de empresa de Siemens Gamesa, CCOO, UGT, LAB y ELA. Fuentes sindicales han señalado que han propuesto al Ejecutivo la creación de un de una mesa de crisis integrada, además de por Ejecutivo vasco y centrales sindicales, por los gobiernos central y navarro, pero los representantes del Gobierno vasco les han trasladado que “no lo ven prioritario”, pero sí que “seguirán manteniendo la comunicación”.
El Gobierno “trabajará” para poder optar a la fábrica de microchips
Mientras se mantiene el temor de que empresas emblemáticas como Gamesa se reduzcan a su mínima expresión en Euskadi absorbidas por multinacionales, el Gobierno vasco “trabajará” para atraer a Euskadi una inversión que permita construir una fábrica de semiconductores o microchips, y tratará de presentar una propuesta en este sentido a la convocatoria del Gobierno central para Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) relacionados con la microelectrónica. El anuncio lo ha realizado la consejera Tapia en respuesta a una pregunta de PP+Cs sobre las intenciones del Ejecutivo autonómico respecto al PERTE de microelectrónica y semiconductores. Un programa destinado a impulsar la creación de plantas para la fabricación de 'microchips' en el Estado español, con el fin de solventar los problemas de suministro de estos componentes electrónicos y que puede movilizar una inversión pública de 12.250 millones de euros hasta 2027, y que active a su vez un importante volumen de inversión privada. El parlamentario de PP+Cs José Manuel Gil ha considerado que sería “muy importante” que Euskadi pudiera acceder a estos fondos e implantar una factoría de semiconductores. Como no podía ser de otra forma, Tapia ha afirmado que “sin duda”, el Gobierno vasco “trabajará para que Euskadi pueda atraer una inversión de estas características” y para que a la convocatoria del PERTE de microelectrónica se presente un proyecto vasco. Además, ha considerado que en Euskadi hay “base suficiente para poder presentar un proyecto” ha dicho PERTE. Pero, en cualquier caso, ha recordado que para poder atraer una planta de este tipo a Euskadi, así como a cualquier otro lugar, es necesaria una inversión de unos 20.000 millones de euros.
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