Urkullu reconoce que la crisis con Argelia tendrá un impacto en las empresas y familias vascas por el precio del gas
La crisis diplomática entre España y Argelia tendrá un “impacto directo” en la economía vasca, en las empresas, pero también en las familias. El lehendakari Iñigo Urkullu ha reconocido que esta crisis, iniciada con motivo de la decisión del Gobierno de Sánchez de modificar su estrategia respecto al Sahara, “supone una dificultad añadida en el camino de la recuperación que estamos acometiendo”. En una intervención en el Parlamento en respuesta a una interpelación del parlamentario de PP+Cs, Luis Gordillo, Urkullu ha señalado que este conflicto diplomático “genera un nuevo ámbito de incertidumbre y preocupación, que se añade a las dificultades que ya estamos sufriendo, derivadas de la guerra de Ucrania”, entre las que ha citado la subida generalizada de precios, las dificultades en las cadenas de suministro, y la reducción de márgenes comerciales.
Según ha detallado el lehendakari, los intercambios comerciales de Euskadi con Argelia ascienden a 73 millones de euros. En este sentido, ha señalado que la balanza comercial entre ambos territorios arroja un saldo positivo de 59 millones euros. Además, 14 empresas vascas, entre las que se encuentra CAF o Iberdrola, tienen presencia directa en el país argelino, si bien solo una, el grupo Omega Elevator, tiene una instalación productiva en Argelia. En cualquier caso, ha señalado que el Gobierno vasco ha creado un grupo “específica” con las empresas afectadas para evaluar el impacto.
El lehendakari ha puesto de manifiesto que la crisis con Argelia tendrá un impacto directo en el precio del gas, con el efecto dominó que esto supone para empresas, especialmente las electrointensivas, y familias. En este sentido, ha recordado que a pesar del tope al gas aprobado el 9 de junio en el Congreso de los Diputados, “podríamos encontrarnos ante una factura adicional que supondría un impacto añadido a la subida del precio de los combustibles que estamos sufriendo”. Un encarecimiento que, según ha recordado “ya se ha comido” el descuento de 20 céntimos por litro aprobado por el Gobierno español.
La acumulación de acontecimientos que están minando la recuperación económica, y como ha dicho el lehendakari, la crisis diplomática con Argelia es una más, está minando la confianza de los consumidores vascos en la recuperación, lo que puede suponer también un freno en la misma al detraerse el consumo. El último informe sobre la 'Confianza de los consumidores vascos' correspondiente al segundo trimestre del año elaborado por Laboral Kutxa, muestra que los hogares vascos se muestran pesimistas respecto a la evolución socioeconómica en el próximo año, ya que “la inflación y las consecuencias del conflicto bélico han deteriorado” sus expectativas, por lo que van a “reconsiderar y redimensionar” sus estrategias de gasto e inversión.
Según señalan desde Laboral Kutxa, “el año 2022 ya venía marcado por el repunte de los precios (especialmente de los productos energéticos), que se agudiza con el conflicto bélico, situación que no parece que vaya a resolverse en el corto plazo”. Ahora se añade además el conflicto con Argelia y su posible impacto en el precio de la energía. “La confirmación de una trayectoria inflacionista que parece que se va a alargar” “deteriora fuertemente la confianza de los hogares vascos”. Esto lleva a que vayan a reconsiderar a reconsiderar y dimensionar sus estrategias de gasto e inversión, de acuerdo con su fondo de ahorro y la previsible subida de tipos de interés“. Los hogares vascos son pesimistas con respecto de la evolución de la economía general (-20) y del hogar (-17), ”directamente impactada por un repunte en los precios que recorta su capacidad de gasto“, precisa el informe. Sin embargo, todavía son optimistas sobre la evolución del desempleo (+8) y su capacidad de ahorro (+1). Las expectativas son ”claramente pesimistas“ con respecto de la evolución de los precios (-52) que, en este segundo trimestre de 2022 registra ”uno de los peores datos“, recuerdan los responsables del informe.
El Gobierno reitera que no explorará gas en Euskadi
El gas que proviene de Argelia supone un 40% del suministro a todo el Estado. De momento, la llegada del combustible de ese país a España se rige por el contrato vigente hasta 2032 entre Naturgy y la energética argelina Sonatrach. “No se espera, de momento, la ruptura de este contrato; a riesgo de que Argelia sufra graves sanciones económicas por romper unilateralmente una obligación contractual”, ha señalado el lehendakari. Aunque persiste la incertidumbre.
Pese a los riesgos que tanto la guerra de Ucrania, como la crisis con Argelia pueden suponer al suministro futuro del gas, que sigue siendo hoy por hoy una energía necesaria, el Gobierno vasco ha ratificado que no está en sus planes explorar la extracción de gas en Álava, como anunció tras las aprobación en el Congreso de la Ley de Cambio Climático que prohíbe la extracción de gas. La consejera Arantxa Tapia, que respondía a una pregunta del parlamentario de EH Bildu, Mikel Otero, ha hecho hincapié en que el gas sigue siendo una energía necesaria mientras se aborda la transición energética y que ahora “estamos haciendo acopio de gas que viene de otras zonas”, algunas de ellas en las que la extracción se realiza mediante fracking como en Estados Unidos. Sin embargo, ha reiterado que “nuestra estrategia sigue siendo la misma”, la apuesta por las renovables, entre ellas el hidrógeno. No obstante, si ha insistido en que la transición energética “hay que planificarla bien”, porque “nos hemos puesto muchos objetivos” en cuanto a las emisiones de CO2.
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