La subida de las temperaturas de los últimos días está adelantando la cosecha de cerezas del Jerte. De hecho, ya han comenzado a venderse en los principales mercados europeos las primeras cerezas y lo hacen a un precio de lujo. Según recoge la agencia EFE, el presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle, Emilio Sánchez, señala que en los grandes mercados europeos estas primeras cerezas de la temporada pueden llegar a venderse por un precio de entre 8 y 10 euros por kilo, los precios más altos de la temporada.
De todas formas, estos precios tan elevados no son indicativos de la nueva temporada y obedecen más bien a la demanda de un producto muy apreciado que ofrece sus primeros frutos. Las primeras cerezas que ya están saliendo e al mercado son las variedades Burlat y Earley Lory. En los cerezos del Jerte esperan aún casi otro centenar de variedades que pueden llegar a sumar casi 15.000 toneladas.
Entre esa amplia variedad, las indudables estrellas de la campaña cacereña son las cinco clases de cereza picota acogidas a la denominación de origen “Cereza del Jerte” que no llegarán al mercado hasta mediados del mes de junio.
La Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, que aglutina a 3.500 agricultores, es una cooperativa de segundo grado integrada por dieciséis cooperativas socios ubicadas todas ellas en la comarca del Valle del Jerte y La Vera, en el norte de la provincia de Cáceres.
Cuidado con la Suzuki
Los buenos datos y unas expectativas razonablemente positivas no ocultan una inquietud que desde dos o tres años se extiende por todo el Valle del Jerte en forma de una plaga asiática, con nombre de moto y alas de mosca: la plaga de la mosca Suzuki.
Desde hace tres o cuatro años se viene detectando esta plaga de origen asiático y este año se teme que su incidencia pueda ser más acusada. La mosca “drosophila Suzuki” se está extiendo por numerosos países europeos, también por California y aunque ataca todo tipo de frutas parece tener una especial y dañina predilección por las frutas rojas, especialmente por las cerezas. De ahí lo inquietud en el Jerte.
Por ahora no se conocen medidas efectivas para frenar esa plaga. Hay una tendencia ecológica tendente a la suelta de machos estériles que a medio y largo plazo podrían provocar la desaparición o al menos la disminución de la plaga. La otra opción pasa por tratamientos biológicos más potentes que necesitan una autorización previa.
La consejería de Agricultura cree que la segunda opción es más eficaz y ya ha pedido la correspondiente autorización para que puedan aplicarse los tratamientos.
Además, junto a ese tratamiento los productores están recibiendo indicaciones prácticas en torno al manejo de la cosecha, ya que ahí reside una de las claves para su control. Por ejemplo, mantener las piezas a una temperatura inferior a 3 grados es vital para evitar la propagación.