La casa del Afiteatro de Mérida, una de las viviendas mejor conservadas del mundo romano, ha reabierto sus puertas. En los dos últimos años ha sido sometida a un proceso de adecuación integral.
Representa uno de los ejemplos más singulares de las viviendas suburbanas romanas que salpicaron el paisaje que circundaba las murallas de Augusta Emérita. Se incorpora al circuito turístico de monumentos que gestiona el Consorcio de Mérida, y que incluye el teatro y anfiteatro romanos, entre otros.
Lo que fue la casa romana de un comerciante de aceite afincado en Augusta Emerita allá por el siglo III d.C es la nueva joya cultural y arqueológica de Mérida, en la que el visitante puede contemplar más de 700 metros cuadrados de mosaicos y adentrarse en una historia fascinante de vida común.
Numerosos trabajos arqueológicos y de restauración, acometidos en varias fases desde que se iniciaran a mediados del pasado siglo XX, han permitido ahora abrir las puertas y ventanas de esta casa a visitantes, turistas y amantes del arte y la cultura.
Esta “Casa del Anfiteatro”, ubicada a escasos metros del Teatro y el Anfiteatro romano, así como del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR), se sitúa en la zona sureste de la ciudad, en los extramuros de la antigua Augusta Emerita, muy próxima a la muralla.
Según ha explicado el Consorcio de la Ciudad Monumental, han sido más de dos años de trabajo que comenzaron con la redacción de un proyecto de adecuación integral que permitiera garantizar las condiciones óptimas de accesibilidad física y cognitiva de este amplio recinto monumental.
El proyecto, elaborado por la arquitecta María López y la museógrafa del Consorcio, Raquel Nodar, ha contado con la participación de una parte importante del personal de la institución: arqueólogos, restauradoras, topógrafo, dibujantes, peones de arqueología y conservación.
Una casa única
El hogar de un pudiente comerciante, aunque los arqueólogos hablan de que pudieran ser dos viviendas, tiene cocina, jardín, pasillo, patio central, sala de recepción y otras estancias propias, pero sobre todo mosaicos.
Sobresale el de los peces, una obra de ingeniería decorativa con la que su propietario quiso 'sacar pecho' de que en su vivienda se comía pescado. Este mosaico incluye representaciones de casi una decena de peces, cada cual con su significado, pues los romanos creían que estos preservaban a las casas de fuerzas malignas.
La vitalidad del mero, el curativo lenguado -los romanos lo colocaban sobre el costado del enfermo para curar el bazo- o la sabrosa morena, uno de los peces preferidos en su menú, están en este mosaico.
El proyecto plantea la adecuación integral de este emblemático monumento “dando un salto de calidad en la filosofía de tratamiento de los restos arqueológicos para su disfrute por parte de la sociedad”. “La arquitectura y la museografía se funden como un todo unitario al servicio de los restos arqueológicos, adaptándose en todo momento a sus particularidades desde los criterios de accesibilidad universal: física, cognitiva y emocional”, explica el Ayuntamiento de Mérida.
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha asistido este viernes a la reapertura acompañado de la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores Redondo; y el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna.
Localización
Se localiza en la zona SE, extramuros de la antigua Augusta Emerita, muy próxima a la muralla y al este del anfiteatro. Este recinto monumental incluye un tramo de la muralla, de su foso defensivo, otro de la conducción de Rabo de Buey-San Lázaro, una torre de decantación de agua del mismo, restos de dos viviendas romanas y una extensa área funeraria, donde destaca el mausoleo en el que se localizó un dintel marmóreo con la representación de los dos ríos emeritenses, Guadiana (Ana) y Albarregas (Barraeca).
Durante el año 2018, el Consorcio realizó un proyecto de adecuación y apertura al público, que fue aprobado por el Consejo Rector del Consorcio de Mérida. El proyecto es redactado por la arquitecta María López y Raquel Nodar, responsable del Dpto. de Difusión y Adecuación Museográfica del CCMM.
El tratamiento del recinto en este proyecto comienza desde el propio acceso al mismo, con la ejecución de un nuevo cerramiento perimetral, que incluye un punto informativo y de control de acceso.
Un aspecto fundamental ha sido el de la conservación de los restos arqueológicos por lo que se ha trabajado en reconducir las aguas de lluvias y escorrentías, canalizándolas y sacándolas fuera del recinto monumental. En este sentido, ha sido también importante, la colocación de una red antipalomas que impida el anidamiento de estas aves que tanto deterioran el patrimonio.
Para garantizar la calidad del flujo en el interior se plantean nuevas superficies de encaminamiento, con zonas ajardinadas y áreas de descanso, que invitan a la contemplación de los restos arqueológicos previos a la entrada a la casa: muralla, tramo de acueducto, termas.
Estos elementos, no menos interesantes, quedarán así integrados, permitiendo al usuario contextualizar la vivienda en el trazado de la antigua ciudad romana. Para garantizar su contemplación se han habilitado distintas plataformas que además permitirán suavizar la fuerte pendiente del terreno en el recorrido previo a la entrada a la casa romana.
Las grandes dimensiones del recinto han permitido plantear en el proyecto un ajardinamiento con doble función: aislar acústica y visualmente al usuario para aumentar la calidad de la visita y reflejar en su diseño la idiosincrasia de los jardines romanos.
Dentro de la vivienda romana, el proyecto ha estado condicionado por la existencia de la cubierta contemporánea ejecutada en el año 2013 y por la propia estructura de la casa y sus mosaicos.
Ambos elementos han marcado el diseño de la pasarela de 396 metros cuadrados que guiará el flujo de visita. La estructura, cuyo inicio coincide con el acceso original a la vivienda, se ha ejecutado en acero corten y vidrio, permitiendo en todo momento la contemplación de los mosaicos y las pinturas.
Los recursos interpretativos que expliquen cada uno de los elementos quedarán integrados en la pasarela y estarán retroiluminados para garantizar su visibilidad. Del mismo modo, los pasamanos alojarán iluminación LED, permitiendo la realización de visitas nocturnas.
Los potentes muros de hormigón pertenecientes a la cubierta contemporánea servirán como soporte a diversos recursos museográficos de gran formato, entre ellos un audiovisual, que podrá ser contemplado al inicio de la visita a la vivienda.
El proyecto contempla también la adecuación para la visita del mausoleo del Dintel de los Ríos y la creación de una plataforma ubicada en la superficie de encaminamiento entre dicho mausoleo y la salida, que permitirá una visión panorámica de la vivienda romana.
Coste del proyecto
El coste final del Proyecto de adecuación de la casa del Anfiteatro (sumando ejecución, dirección de obra y de proyecto) ha ascendido a 614.270 euros, siendo financiado exclusivamente por el propio Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida.
Estas actuaciones, más las que está llevado a cabo el Consorcio en la Plaza Margarita Xirgu y en el teatro y anfiteatro romanos con una inversión comprometida por parte del Consorcio de 845.00 euros, permitirán revalorar patrimonial y urbanísticamente el principal foco turístico de la ciudad, sin lugar a duda, la “cara” más visible de Mérida.
La apertura a la vista pública de la casa del Anfiteatro conllevará, como así aprobó su Consejo Rector, el incremento de la entrada conjunta a todos los recintos monumentales gestionados por el Consorcio, pasando de 15 a 16 euros. Es decir, por 1 euro más se podrá acceder a 2 recintos monumentales más: la casa del anfiteatro y el centro de interpretación del templo de Diana. El resto de precios continuarán igual.