El grupo siderúrgico Grupo Gallardo Balboa (GGB), con sede en Jerez de los Caballeros, está ultimando un plan de reestructuración financiera con la banca acreedora. Incluye un proceso de venta a un operador industrial español para mantener sus actividades en situación de rentabilidad y solvencia. No ha solicitado el concurso de acreedores.
El actual consejo de administración viene trabajando desde el pasado mes de noviembre en una solución definitiva a la reestructuración de la compañía.
Dicha solución pasa según dice por la entrada en el capital de un grupo industrial, cuyas negociaciones están avanzadas, y el acuerdo con las entidades financieras para reestructurar la deuda. En un comunicado la compañía informa que no ha solicitado el concurso de acreedores.
Financiación rechazada por los bancos
El proceso para reestructurar la deuda se ha visto condicionado por la paralización de todo el sector siderúrgico debido a la covid-19, “impactando en la liquidez y posición financiera del grupo”. Esta situación le obligó a solicitar a los bancos financiación con aval del ICO, “como muchas otras empresas, aunque en este caso, las entidades lo rechazaron pese a cumplir con los requerimientos del ICO”.
Dice que continúa con “el apoyo de sus trabajadores, el crédito de proveedores y confianza de sus clientes”, que permiten operar “con toda normalidad”, aunque en situación de ERTE en algunas de las actividades.
El Grupo Gallardo Balboa es la mayor industria de la comunidad extremeña, con una plantilla de 900 trabajadores y que, además, proporciona empleo indirecto a varios miles de trabajadores más en la región.
La crisis y el sector siderúrgico
El cese de la actividad en el sector automovilístico, en la construcción y en la fabricación de maquinaria pesada debido al estado de alarma decretado por el Gobierno, ha afectado de lleno a las siderúrgicas en España, informa la Agencia Efe.
La producción descendió en abril hasta las 626.000 toneladas, con una caída interanual del 52 %, cifra notablemente inferior a la del peor mes de la crisis de 2008, cuando bajó hasta 725.000 toneladas.
Igual que el Grupo Gallardo solicitó un crédito con avales del ICO, Celsa también tuvo que recurrir al mismo tipo de crédito puente por una suma de 51 millones, ampliable a 75 millones, que le fue concedido por los bancos Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell y Bankia con el fin de reforzar su liquidez.
Por su parte, Arcelor va a realizar una ampliación de capital de unos 1.800 millones de euros, a través de acciones y bonos convertibles, mientras que Alcoa tiene planteado un despido colectivo de hasta 534 trabajadores.
La producción de acero en España no sólo se ha visto afectada por la reducción de la demanda en el país, sino también por el resto de los países a los que se exporta y las previsiones apuntan a que la demanda de acero en Europa puede caer este año más de un 15 %.
Según fuentes del sector, la prioridad en estos momentos de las siderúrgicas españolas es tener liquidez suficiente, al menos hasta después del verano, para afrontar los pagos a los proveedores mientras se normaliza la reactivación de toda la demanda.
Las líneas de avales del ICO están siendo, y van a seguir siéndolo, fundamentales para que la banca pueda conceder esos créditos, aseguran las mismas fuentes.
El sector siderúrgico europeo está en peligro ante una caída del 50 % de la demanda desde que empezó la pandemia y un 40 % de las plantillas en paro o trabajando a tiempo parcial. Ante esa situación, un grupo importante de siderúrgicas planteó a la Comisión Europea que considere reducir drásticamente la importación de productos libres de aranceles, sobre todo de China o Rusia, para no paralizar la recuperación del sector.