El Partido Comunista Portugués, el único que mantiene allí la bandera del AVE Madrid-Lisboa

Óscar Tomasi/Efe

El Partido Comunista (PCP) es el único que apuesta en su programa electoral, en los comicios legislativos de mañana domingo, por “introducir la Alta Velocidad Ferroviaria en Portugal, privilegiando las conexiones Lisboa-Caia (itinerario Lisboa-Madrid) y Lisboa-Oporto”.

El protagonismo que tuvo España en anteriores campañas electorales en Portugal contrasta con el discreto segundo plano que ocupan las relaciones con el país vecino en esta ocasión, sin proyectos emblemáticos que le den visibilidad.

Aunque los programas de las principales formaciones lusas incluyen referencias a España, las propuestas son secundarias y las conexiones hispano-lusas no han formado parte de la discusión partidaria.

Situación diametralmente opuesta a la que se vivió en 2009, cuando el Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) intentó en vano recuperar el poder haciendo de la cancelación del AVE Madrid-Lisboa por su elevado coste una de sus banderas electorales.

La polémica continuó viva hasta 2011, ya que el hoy primer ministro portugués, el conservador Pedro Passos Coelho, abogaba por olvidar el proyecto frente al socialista José Sócrates, entonces jefe del Gobierno y uno de sus principales valedores.

La crisis y el rescate monopolizaron el debate y la conexión ferroviaria entre los dos países no entró en campaña, aunque sí había sido motivo de disputa durante los meses anteriores.

Cambio de proyecto

La victoria en las urnas de Passos Coelho puso punto y final al AVE Madrid-Lisboa, un proyecto cancelado definitivamente en 2012 y que acabó siendo reformado de forma consensuada con el Ejecutivo español liderado por Mariano Rajoy.

Lo que antes era un tren de Alta Velocidad -con capacidad para circular a más de 300 kilómetros por hora- será sustituido por una conexión de “altas prestaciones” en el lado portugués -con un máximo de 220 kilómetros por hora-, aunque el sistema será interoperable con el AVE Madrid-Badajoz.

El proyecto original parece estar totalmente enterrado, e incluso el candidato socialista a las elecciones del domingo, António Costa -ex alcalde de Lisboa-, quiso desmarcarse de su antecesor al renegar de la política de grandes obras públicas.

En el programa electoral de la coalición conservadora en el Ejecutivo, se alude a España a la hora de proponer la “coordinación bilateral de las cuencas hidrográficas internacionales”, así como cuando se aboga por “profundizar la integración de los mercados ibéricos de energía eléctrica y gas natural”.

Socialistas:cooperación

Los socialistas hacen referencia al país vecino en múltiples ocasiones en su programa, y apuestan por profundizar las relaciones bilaterales en materia de pesca, invertir en gasoductos y en la red ibérica de gas natural y planificar conjuntamente la gestión de los ríos.

También incluye un epígrafe dedicado exclusivamente a alcanzar “una estrecha cooperación transfronteriza” con las regiones españolas limítrofes (Andalucía, Castilla y León, Extremadura y Galicia), que pasaría por “negociar con las autoridades” del país vecino “un conjunto de medidas comunes que permitan mejorar la calidad de vida” de quienes viven en estas zonas.

El peso económico de las relaciones bilaterales es especialmente notable en materia de comercio exterior: España recibe el 25 % de todas las exportaciones de bienes lusas -es su principal cliente- y Portugal es el tercer mayor destino de los productos españoles al representar el 7,5 % de todas sus ventas (18.000 millones de euros), casi dos puntos más que lo que representa toda Latinoamérica.