Sierra del Cordel y Minas de Burguillos del Cerro
Por otro lado el Ejecutivo extremeño ha aprobado el decreto por el que se declara Lugar de Interés Científico (LIC) ‘La Sierra del Cordel y Minas de Burguillos del Cerro’, que se localiza en el citado término municipal y que abarca los parajes de Sierra del Cordel, Las Cañaveras y Cortijo del Chaparral.
Los Lugares de Interés Científico son espacios generalmente aislados y de reducidas dimensiones que reciben una protección en atención al interés científico de alguno de sus elementos naturales o a la existencia de especímenes o poblaciones animales o vegetales amenazadas de extinción o merecedoras de medidas específicas de protección.
Integran este LIC un conjunto de minas de hierro abandonadas en el que están registradas hasta el momento dos minas en galería visitables, la Mina Monchi y la Mina Aurora, y varios registros mineros más, tanto en galería como en zanja.
La principal peculiaridad que presenta este espacio, especialmente destacable en la Mina Monchi, es el alto contenido en boro y tierras raras de los fluidos mineralizadores que determina la presencia de minerales únicos a nivel nacional, por su rareza y calidad en sus cristalizaciones.
En el interior de las minas, especialmente en la Mina Monchi, también es destacable la existencia de otros elementos de interés geológico como pueden ser mineralizaciones de skarn, espejos de falla, espeleotemas (estalactitas, banderas y coladas), geodas, xelonitos, etcétera.
En cuanto a la riqueza florística de la zona, destacan dos áreas claramente diferenciadas por la tipología del suelo en la que se emplazan. En las zonas más llanas, existe una excelente representación de dehesas de encina y alcornoque y arbustos como la olivilla, el torvisco, el espino albar, el jazmín silvestre, la cornicabra y el rusco, este último considerado como “de interés especial” en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura.
Entre las especies herbáceas asociadas a estas dehesas destaca la dedalera, endemismo ibérico poco común, con una óptima representación en la zona y considerada también como especie “de interés especial” en el mencionado catálogo.
Parque de Aceituna
Por otro lado el se ha dado luz verde al decreto por el que se declara Parque Periurbano de Conservación y Ocio la dehesa boyal de Aceituna, un espacio de 776 hectáreas y que es una de las pocas dehesas de la región en la que se localizan ejemplares de roble melojo, con densidades superiores a 30 pies por hectárea.
Además de estos robles, en la dehesa predominan otras especies arbóreas como encinas y alcornoques, éstos últimos en las inmediaciones de la Laguna Maruguero. También hay arbustos de especies como el majuelo, la retama, la jara y el cantueso.
La Ley de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura define a los Parques Periurbanos de Conservación y Ocio como aquellos espacios relativamente próximos a los núcleos de población en los que se aúnan la conservación de la naturaleza y su uso para actividades sociorecreativas y que, por sus singulares valores ambientales o naturales de interés local, son merecedores de esta figura de protección.
Deben, asimismo, estar dotados de las infraestructuras adecuadas para permitir una utilización intensiva por parte de la población sin poner en peligro su mantenimiento.
Todas estas circunstancias concurren en este espacio, ya que su inclusión, en 1931, en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública como Dehesa Boyal y Hondo de Valdelacanal, determinó los aprovechamientos forestales, ganaderos y cinegéticos de la zona, a lo que se suma la dotación de una red de caminos y viales para el acceso que, junto a la dotación de equipamientos ambientales ya existentes, hacen que la superficie objeto de declaración disponga de los medios necesarios para permitir el uso por la población a la que se destina, todo ello sin comprometer la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora presentes en el Parque Periurbano.
La dehesa boyal de Aceituna está incluida en el Coto Social de Caza San Sebastián, y en algunas de sus charcas y embalses están permitidas las actividades piscícolas, además de contar con un Centro de Interpretación.
En materia medioambiental se ha dado luz verde al decreto para la declaración del Parque Periurbano de Conservación y Ocio Las Quinientas, en Berlanga. Este paraje tiene una superficie de 218 hectáreas y es una zona emblemática para el municipio constituida por un parque ecológico y ya calificada como reserva natural por el planeamiento municipal.
En esta área se incluyen los montes forestales, los parajes pintorescos, las riberas, cauces de ríos y embalses, y en general todos los terrenos que por la flora y fauna que albergan, por su singularidad paisajística o por su integración en el panorama territorial, merecen esta protección a criterio municipal.
Las Quinientas se caracteriza por la existencia de un frondoso bosque de pinos y eucaliptos, lagos naturales y artificiales y una completa dotación de equipamientos sociorecreativos. El elemento cultural más importante de la reserva es un puente romano.
La zona del parque se emplaza entre dos espacios de la Red Natura 2000, por un lado la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Campiña Sur-Embalse de Arroyo Conejos, y, por otro, la Zona de Especial Conservación (ZEC) Río Bembézar.