La Junta de Extremadura aboga por implantar medidas de armonización fiscal que eviten que entre las comunidades autónomas se llegue a la “competencia” de ver cuáles rebajan más impuestos o los rebajan en mayor medida.
Así se ha expresado la consejera de Hacienda del Gobierno extremeño, Pilar Blanco-Morales, en declaraciones a los medios antes de que acabe la sesión de mañana de la Conferencia de Presidentes.
En el Senado, ha destacado los asuntos principales que el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha llevado a la Conferencia de Presidentes, como son la reforma del modelo de financiación autonómica, con especial atención en el gasto sanitario y en la dependencia; la unidad de mercado o acabar con la actual tasa de reposición de empleados en sectores fundamentales.
Extremadura quiere (“a ser posible en 2017”, ha dicho la consejera) un sistema de financiación basado en los “principios constitucionales” de equidad, solidaridad e igualdad, pero también muy centrado en la sanidad y en la dependencia, ámbitos sobre los que ha pedido una “evaluación objetiva”.
Ha recordado que en estos momentos Extremadura financia el 80 por ciento de lo que cuesta la dependencia en la comunidad, cuando la Ley habla de porcentajes del 50 por ciento entre la administración territorial y la administración general del Estado.
Blanco-Morales, por otra parte, ha afirmado que la reforma de la financiación debe tener en cuenta medidas de armonización fiscal por cuanto “la competencia entre comunidades no puede ser a base de rebajar impuestos y menos de rebajarlos sin criterio”.
En este contexto general, ha citado la situación del impuesto de sucesiones, ejemplo de “discriminación profunda”, ya que en ocasiones se establece en función del lugar de domicilio de la persona de la que se hereda. Esto “va contra la unidad de mercado”.