Renta Básica Extremeña: ¿un derecho subjetivo?

elDiarioex / José Julián Real Giraldo

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Extremadura fue en el año 2013 la última comunidad, como casi en todo, en tener una ley de Renta Básica. El desarrollo de la ley ha sido un calvario, para los ciudadanos y para los profesionales que dedicamos nuestra vida a lo social. Enseguida cundió la desilusión, tanto entre los solicitantes que veían como pasaban los meses y no sé daba ninguna respuesta a su demanda, como entre las trabajadoras sociales (el 90% son mujeres), impotentes por no poder hacer nada para aliviar las dificultades de estas familias.

El nacimiento de esta ley ya se prevenía, cuando menos, incierto. La Dirección General, elegida para que se hiciese cargo de la tramitación de la misma, siempre ha tenido evidentes problemas para gestionar las competencias que le son propias, por ejemplo, para una Pensión no Contributiva, que según la legislación que la regula se debe resolver en tres meses (como la renta básica), tardan entre siete y diez meses, por lo que creer que la renta básica se iba a resolver en tres meses, era un auténtico acto de fe.

En febrero de 2014, visto el fiasco de la Renta básica, el Gobierno de Extremadura, convoca una subvención con 6 millones de euros para financiar Ayudas de Protección Social Urgente, para casos de emergencia social y de una cuantía máxima de 1065€ por beneficiario.

En el mes de junio de este año, se optó por hacer modificaciones en la ley de renta básica extremeña de inserción, unas modificaciones que variaban la forma, pero no el fondo, si bien relajaban las condiciones de acceso no agilizaban el procedimiento. Es cierto que desde junio se han concedido 2.000 rentas básicas más, pero no es menos cierto que fueron solicitadas entre agosto y diciembre del año pasado, por lo que el procedimiento seguía siendo lento. A día de hoy hay 14.000 solicitudes sin resolver

Ahora, después de algún que otro intento fallido, se publica una nueva Ley, que deroga la anterior, y que da todo el protagonismo a los 76 Servicios Sociales de Base que, con la ayuda de una herramienta informática diseñada por el Servicio Público de Empleo de Extremadura (Sexpe), van a llevar a cabo todo el procedimiento.

Estos Servicios Sociales de Base, están dotados de 237 trabajadores/as sociales, como única figura profesional, en contraposición con el resto de comunidades autónomas, donde existen además otros profesionales como psicólogos, administrativos etc.

Estos mismos trabajadores sociales que cada día realizan con exquisita profesionalidad su trabajo y que son la cara visible para el ciudadano que desesperado acude a solicitar un derecho, desde 2012 dependen de una subvención anual, por tanto dependen así de la voluntad de la Junta para convocar dicha subvención (en 2012 se convocó en Mayo y hubo trabajadores/as sociales que no empezaron a cobrar su nómina hasta octubre de ese año) y de la voluntad de los Ayuntamientos para solicitarla. Además, deben salir al paso de problemas como no tener acceso a internet en el despacho (la herramienta del Sexpe que gestionará la Renta Básica funciona on line) o simplemente no tener un despacho asignado y prestar la atención “donde se va pudiendo”, aun así, en determinadas ocasiones, se convierten en el blanco de todas las críticas, y no precisamente de los usuarios que valoran su trabajo, sino de algunos que no conocen la realidad de una situación que hemos querido exponer aquí. Parece, que para ser un derecho subjetivo la Renta Básica en Extremadura, depende de demasiadas voluntades.

José Julián Real Giraldo

Tesorero de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Badajoz