La Fundación de la Academia Europea de Yuste, con sede en el histórico monasterio cacereño donde se retiró y murió Carlos V, ha lamentado la “enorme pérdida” que para la cultura europea supone el fallecimiento de Umberto Eco.
A través de un comunicado de prensa, la Junta de Extremadura, como patrono de la Fundación, se suma al dolor, no sólo de su familia, sino también de quienes le conocieron y leyeron.
Miembro de la Academia Europea de Yuste desde 1998, Umberto Eco, escritor, semiólogo y filósofo italiano, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2000, falleció ayer a los 84 años.
La Fundación Academia Europea de Yuste está reconocida por la Unión Europea como Organización de Interés Europeo y participa en las principales plataformas y redes europeas relacionadas con la cultura, el multilingüismo, la ciudadanía activa y la reflexión sobre Europa.
El novelista fue nombrado académico en 1998 junto a otros cuatro destacados intelectuales y científicos, el escritor portugués José Saramago, el dramaturgo inglés Peter Levin Shaffer, y los premios Nobel de Economía y Física Reinhard Selten y Heinrich Rohrer.
Durante su intervención hizo referencia al modelo de hombre político que fue el emperador Carlos I de España y V de Alemania. Y eso, continuó, “es un excelente auspicio para una academia que tiene una vocación europea y que quiere una cultura europea más allá de las diferencias nacionales, un objetivo que recoge el espíritu de Salvador de Madariaga cuando hablaba de una Europa común”.