Ayuntamiento y empresa dan casa y trabajo en Torremejía a cinco canarios para ascender al equipo de fútbol

Gloria Casares / Efe

El Atlético Torremejía, un modesto club pacense de apenas dos años de vida, se ha convertido en foco de atención después de confirmar el fichaje de cinco jóvenes jugadores canarios “de gran proyección”.

La clave para que este club recién ascendido a la Primera Extremeña regional pueda fichar a cinco jugadores llegados desde Las Palmas y de una categoría superior, la Tercera División, es una casa y un empleo para todos ellos.

Lo ha logrado su entrenador, Sergio Trejo, que fue futbolista en Lanzarote y ha fichado por el club de Torremejía, un pueblo de 2.200 habitantes, después de lograr ser campeón de la liga de Juveniles la temporada pasada con el Arroyo de San Serván, también de Badajoz.

La idea es que los jugadores canarios puedan hacer una buena temporada y, si el club no asciende, den el salto a una liga superior.

Trejo es también el representante de los cinco jugadores de Las Palmas, de entre 20 y 23 años, que han decidido salir de la isla en busca del sueño del fútbol profesional.

“Reconozco que es una gran responsabilidad, porque sus familias confían en nosotros porque son muy jóvenes”, admite el entrenador, que ha anunciado que en breve comenzarán a trabajar en una empresa de la localidad.

Casa y trabajo

El Ayuntamiento de Torremejía les ha facilitado una casa para que residan los cinco jugadores, mientras que la empresa Torrepet, patrocinadora del club y que fabrica envases de plástico, se ha comprometido a emplearlos a todos.

“Es una forma de salir de la isla y seguir ascendiendo en el fútbol”, dice el entrenador, que desde hace un tiempo gestiona una empresa de representante de jugadores con socios en Murcia y en Las Palmas.

Las televisiones extremeña y canaria se han hecho eco del asunto.

Pero en este club no sólo resulta llamativo el fichaje de estos jugadores, también la carrera meteórica que ha iniciado, después de que se creara hace apenas dos años.

Nació como una escuela privada de fútbol, dependiente del ayuntamiento, y el año pasado Alonso Vizcaíno y su hermano Pedro decidieron crear el club.

El presidente también es jugador

El primero era presidente y jugador; y el segundo, entrenador.

Tras jugar en la Tercera División con el Emérita y con el Calamonte, Alonso Vizcaíno estaba ilusionado en esta idea y con la ayuda de su hermano logró el ascenso en la primera temporada.

 

Perdonen, estamos trabajando

El club se hizo hace unos meses un hueco en las redes sociales gracias a su modestia, ya que pidió disculpas en Twitter por no haber informado del desarrollo del partido que le dio el pase a la Primera Extremeña.

Decía ser “tan humilde” que sus directivos estaban ocupados en distintas tareas y no daban para más.

El presidente disputaba el partido como jugador y los dos vicepresidentes estaban a lo suyo como entrenador y delegado de campo.

El tesorero estaba detrás de la barra y el último directivo en la taquilla liado con las entradas.

“Perdonad las molestias, pero intentaremos crecer poco a poco. Somos de Primera Extremeña!!!”.

A la vista de las muestras de cariño con las que se recibió el mensaje, muy comentado en la red, el club reconoció no haber tenido tantas menciones en toda la temporada.