La Sección 2 de la Audiencia Provincial de Cáceres ha confirmado la absolución de la directora y dos docentes del colegio concertado “Sagrado Corazón” acusadas de un delito contra la integridad moral, por omisión, en el caso del acoso escolar a un menor en su centro por parte de otros alumnos.
La Audiencia declara firme la sentencia dictada de la causa, tras desestimar el recurso de apelación presentado por la acusación particular contra la sentencia del Juzgado de lo Penal 1 de Cáceres, fechada el 30 de junio de 2017, que las absolvía de esa responsabilidad.
La acusación particular solicitaba 18 meses de prisión para las acusadas por su actuación ante el caso de un estudiante de Primero de la ESO en el centro entre 2012 y 2013, que fue víctima de insultos y hostigamientos por parte de cuatro alumnos, ya condenados por el Juzgado de Menores en 2013.
“Correcto protocolo de actuación”
A juicio del sindicato FSIE, cuyos letrados han llevado la defensa de las acusadas, se confirma definitivamente la “gran profesionalidad” de las dos trabajadoras y el “correcto protocolo de actuación” llevado a cabo desde la dirección que “garantizó en todo momento la máxima calidad, protección y atención de sus alumnos”.
La sentencia considera probado que la orientadora y la tutora del centro educativo intervinieron de forma “inmediata” y se ocuparon de tranquilizar al niño y de reprender a sus compañeros tras un altercado en el recreo el 13 de diciembre de 2012, “cuyo verdadero alcance no ha quedado acreditado”.
Asimismo, la directora del colegio, tras hablar con los padres, informó a la Comisión de Coordinación Pedagógica del colegio el 17 de Diciembre de 2012, que acordó, como medida de intervención “urgente, inmediata y cuasi de choque”, el refuerzo de la vigilancia de los recreos, tras lo cual no se detectó “ningún incidente digno de mención”.
A ello se sumó un contacto personal del menor con su tutora para conocer cualquier molestia y encuentros semanales del alumno con la orientadora para que pudiese detectar cualquier problema emocional que afectara al niño y salir al paso de cualquier posible situación de nueva tensión.
Por otro lado, considera “acreditado” que la Inspección de Educación estuvo al corriente, “desde el momento inicial” de las medidas adoptadas por el equipo directivo del centro, que contaron con el “placet” de dicho órgano administrativo, aunque la Consejería de Educación no tuvo conocimiento oficial de los hechos hasta el último día de asistencia del menor.