El Foro Extremeño Antinuclear (FEAN) ha convocado, un año más, dos actividades reivindicativas los días 7 y 8 de septiembre con motivo del Día de Extremadura para pedir el cierre de la Central Nuclear de Almaraz y un plan de empleo verde y desarrollo sostenible para la comarca de Campo Arañuelo y la región.
La entidad, que agrupa diferentes colectivos de la sociedad civil y de la política en la comunidad, pretende celebrar así de una forma “lúdico-reivindicativa” el Día de Extremadura y ofrece propuestas para que la región “comience a recorrer caminos innovadores, creativos y no caiga en errores del pasado”.
Una de las citas, a las que ha invitado a los extremeños, será una concentración frente a la Asamblea de Extremadura en Mérida el 7 de septiembre, a partir de las 11:00 horas, y por la tarde, a las 18:30 horas, recogerán firmas en la plaza del Teatro Romano.
Este mismo día por la mañana, a partir de las 11:30 horas, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, pronunciará su discurso institucional en un acto en la Asamblea el que tomarán también la palabra la presidenta de la Cámara regional, Blanca Martín, y el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna.
Ya el día 8 de septiembre, a las 11:00 horas, los ecologistas escenificarán en Navalmoral de la Mata una partida de ajedrez “entre la energía nuclear, con sus peligrosos residuos radioactivos, y las energías renovables seguras y baratas”.
Se ha puesto a disposición de las administraciones municipales, provinciales y regionales para “informar con veracidad sobre la energía nuclear y sus riesgos”, así como para “diseñar propuestas adaptadas a la actual realidad, que hagan viable el bienestar de todas las personas”.
“Por seguridad”
Según Paco Castejón, investigador del Laboratorio Nacional de Fusión del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y miembro de Ecologistas en Acción, “por seguridad, una central nuclear debe cerrar al llegar a los 30 años, cuando termina su licencia de explotación”.
A este respecto recuerdan que Almaraz fue construida en la década de 1970 y en 2010 el Ministerio de Industria y Comercio le otorgó “la autorización para que siguiera funcionando otros diez años, 2020 es el momento de su cierre definitivo”.
Para Chema González, coordinador de FEAN, hoy más que nunca se debe tener una respuesta a la crisis económica y medioambiental, y “no poner en riesgo el futuro alargando la vida de los dos reactores de Almaraz que cada año fallan con más frecuencia, ni permitir la construcción de un Almacén Temporal Individualizado (ATI)”.
Ha defendido que hay “un futuro 100 % renovable que en muchos lugares del mundo ya es realidad” y que “en un tiempo de escasez de empleo, las energías renovables necesitan mayor mano de obra que las fuentes fósiles y las nucleares”. Por su parte, Paca Blanco, coordinadora del Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA), ha lamentado que “la degradación del río Tajo y la seguridad de Almaraz preocupen más al Gobierno portugués que al propio Gobierno extremeño”.
FEAN ha recalcado que según estudio de “Cambio Global España 2020/50. Energía, economía y sociedad” se “puede prescindir totalmente de la energía nuclear sin afectar al suministro de energía eléctrica en poco tiempo” ya que “en 2020 el 70 % de la electricidad puede ser cubierto con renovables y en 2030 el 100 %”.
Todo ello, ha añadido, con un sistema energético que “reduciría el consumo de petróleo a la mitad” y con unos costes “menores” de los previstos de continuar con la política energética actual.