Un juzgado de Cáceres admite a trámite un recurso contra el uso de un burro en las fiestas del Peropalo
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Cáceres ha admitido a trámite un recurso interpuesto por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) contra la decisión del Ayuntamiento de Villanueva de la Vera (Cáceres) de permitir el uso de un burro en la fiesta del Peropalo.
ANPBA ha defendido que utilizar a un burro en las fiestas del Peropalo, declaradas de interés turístico regional, “le provoca al animal, de manera intrínseca y consustancial, sufrimientos innecesarios y presuntos tratos antinaturales prohibidos por el artículo 4 de la Ley de Protección Animal de Extremadura”. De esta forma, al desestimar el Ayuntamiento de Villanueva de la Vera el recurso potestativo de reposición interpuesto por ANPBA contra la autorización municipal para el uso de un burro, quedó agotada la vía administrativa, por lo que la asociación acudió a la vía jurisdiccional contencioso-administrativa.
“Dado que los posicionamientos del Ayuntamiento de Villanueva de la Vera y los de ANPBA son antitéticos, nuestra pretensión es que sea el orden jurisdiccional el que dirima el asunto, por ello se interpuso un recurso contencioso que ahora ha sido admitido a trámite, una admisión que se produce sin perjuicio de lo que resulte del expediente administrativo”, ha explicado el colectivo.
La asociación incluso ha solicitado al Ayuntamiento en “reiteradas” ocasiones que se “reciclara” el uso del burro y que se utilizara uno de cartón piedra, madera o cualquier material reciclado, al igual que el Peropalo es un muñeco y la burla (judiá), la condena y ejecución del reo son simbólicos. A su juicio, esto “no desvirtuaría el espíritu de un festejo que es estrictamente simbólico, como ocurre en otros municipios españoles en los que se utilizan burros de cartón piedra u otros materiales en sus festejos”.
Otro colectivo, El Refugio del Burrito, de Málaga, también ha denunciado en muchas ocasiones el uso del burro en las fiestas. Según describen, “obligan a un burro montado por un joven a abrirse paso entre una multitud ebria que grita, canta y dispara con cartuchos de fogueo al lado del animal”. Durante algo más de una hora “ el ruido es abrumador y la masa de personas incontrolable. Asustado en las calles estrechas y empedradas, el animal se suele resbalar, cayéndose y golpeándose contra el suelo en un acto que dura más de una hora”, describen en una recogida de firmas online para poner fin al uso del burro en el Peropalo.
0