Objetivo Gaza: “La cooperación extremeña ya no da de lado a una cárcel de 2 millones de palestinos”

No quiere sacar banderas ideológicas con el pueblo palestino. Quiere hablar de derechos humanos. Y la Franja de Gaza es uno de esos lugares donde la comunidad internacional decidió mirar para otro lado con sus habitantes. Casi dos millones de habitantes “absolutamente bloqueados por un muro y por unas zonas de entrada que hacen muy compleja la capacidad del libre acceso y del libre movimiento”.

El director de la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (AEXCID) Ángel Calle está de visita en Palestina para conocer los proyectos que apoya la cooperación con acento extremeño.

Palestina vuelve a ser objetivo prioritario tras el ‘parón’ de Monago. No por una cuestión política, sino de justicia social según explica el responsable de la agencia. Hablar de cooperación allí supone hablar de los derechos de la infancia en la Franja, de los derechos de las mujeres y de las miles de personas refugiadas, desplazadas de sus hogares.

En la actualidad la agencia extremeña de cooperación, con el Ejecutivo socialista, ha invertido 250.000 euros en la franja de Gaza. Ahora colabora en un proyecto de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) de salud materno infantil con personal para las clínicas y servicios técnicos, con el objetivo de poder gestionar los partos y cesáreas.

Se trata de una zona con unos elevadísimos índices de natalidad y donde se espera atender a 10.200 mujeres en planificación familiar, 66.600 mujeres en estado de gestación y 41.924 menores.

En la primera incursión se la elegido a Naciones Unidas como destinataria porque es una zona del planeta “tremendamente difícil”. Hay que tener en cuenta también que es la UNRWA la que está manteniendo casi toda la totalidad el manteniendo el sistema sanitario.

A partir de ahora, y como objetivo prioritario que es, la AEXCID invita a las organizaciones extremeñas a presentar proyectos con Palestina.

Hablemos de refugiados

A ojos de un occidental puede parecer que solo llegan refugiados a las costas de Grecia. La realidad es bien diferente, porque las cifras demuestran que hasta el 80 por ciento de personas refugiadas en el mundo están siendo amparadas en países y regiones en vía de desarrollo.

Una dinámica que se cumple en el caso de la Franja, porque se calcula que de los 1,8 millones habitantes, hasta 1,2 millones son personas refugiadas. Es decir, y para ser honestos, a Europa no llegan “ni migajas” de los refugiados del mundo. Motivo por el que es una obligación que la cooperación se vuelque con esta población palestina según destaca Ángel Calle.

La realidad de Palestina

Hablar de derechos también supone tratar el libre movimiento de personas, algo que en Gaza --explica el director de la AEXCID-- no se permite. Ni la entrada ni la salida, “salvo en situaciones de extrema emergencia sanitaria, y aún así hay situaciones en las que tampoco se permite”.

Los ánimos están alterados ahora porque cíclicamente se producen “intervenciones bélicas” de Israel. Se establece de manera informal que cada dos años hay algún tipo de ataque, y acaban de cumplirse los dos años.

Ángel Calle describe la vida “extrema” a la que está sometida la población civil. Prácticamente todos viven en condiciones de población refugiada, “sufriendo constantes cortes de luz, sin más de cuatro horas continuadas. Imagínate casi dos millones de personas, el doble de Extremadura, con este tipo de condiciones”.

Antes de ser el director de la agencia Calle ha sido cooperante y de su experiencia en una veintena de países afirma que “esta situación es absolutamente extrema”. “De verdad, es una situación de constante intimidación, incluso para un europeo. Es muy, muy extrema”.

“Gran parte de las ciudades están absolutamente destruidas, les han eliminado la capacidad de producir prácticamente todo. Condicionando el consumo energético, no entran materiales básicos, al igual que tampoco entran persona”.

Cuenta cómo Gaza es una zona amurallada, “y desde la última incursión bélica de Israel siguen existiendo una buena parte de los edificios destrozados, se sigue trabajando la cuestión de la reconstrucción”.

Extremadura mira de nuevo a Palestina

La visita del director de la agencia extremeña no solo busca conocer los proyectos que se financian y se apoyan. Un objetivo básico es retomar las relaciones con el pueblo palestino. “Hemos incorporado a Palestina como país prioritario, y recalco lo de país, en la cooperación extremeña. Es una zona geográfica preferente para nuestros intereses de la defensa de los derechos humanos”.

Este lunes mantuvieron una reunión con el jefe de operaciones de las Naciones Unidas en Gaza, y el martes con el jefe de las Naciones Unidas en Palestina. “Ambos nos plantean la misma situación, una situación difícil, muy crítica, porque lo que está sucediendo vulnera cualquier tipo de declaración de los derechos humanos a nivel internacional. Ese es el motivo por el que nosotros hemos retomado Palestina”.

“Nosotros no vamos a someter las relaciones comerciales a la defensa de los derechos humanos. Bajo ninguna circunstancia”. Comenta que han hecho una visita para evaluar las intervenciones, “pero también para dejar claro a las autoridades palestinas e israelíes que no vamos a someternos a ningún otro tipo de interés que no sea la defensa de los derechos humanos”.

Y hace este análisis porque las relaciones con Israel se labraron con el PP bajo criterios que “mercantilizaron” la solidaridad según denuncia. “Incluso las situaciones más complicadas que ha sufrido la Franja, como fue el ataque sin pudor que acometió Israel hace dos años, el gobierno Monago miró hacia otro lado”.

“Mientras se volcaba la comunidad internacional, Europa, América Latina o Asia en la defensa de la población gazaití, cuyos derechos se estaban vulnerando de manera extrema, el gobierno Monago miró para otro lado y no intervino en cuestiones humanitarias con la población y en la zona geográfica de Gaza”.

¿Por qué un objetivo prioritario?

Éticamente, comenta Ángel Calle, la AEXCID no puede estar trabajando el ámbito de la cooperación al desarrollo de espaldas a un pueblo palestino, “por una cuestión ideológica y de responder a lo que los movimientos sociales extremeños, a lo que la población civil organizada nos demandan”.

“Siempre hemos planteado desde la cooperación que lo haríamos mano a mano, y esto es una de las consecuciones de esa obcecación que tenemos desde la agencia, responder a lo que la sociedad civil organizada y su solidaridad demanda”.

Pobreza y personas refugiadas

Para el director de la AEXCID hay que hacer un ejercicio de pedagogía no solo con los refugiados, sino también con el pueblo palestino. “Con unas condiciones de vida muy sometidas, y además bajo criterios arbitrarios por parte de Israel”.

Lo cierto es que un refugiado no puede planificar, un refugiado elige de manera inmediata “entre un ataúd y una maleta”. Una metáfora que debe ayudar al lector a comprender que en Palestina no ha habido tiempo a embarcar viajes al exterior. “Sabemos la población extremeña lo que son las migraciones, pero al final el extremeño migra donde sabe que va a tener una respuesta laboral, y una respuesta a su capacidad de planificar su vida”. “Un refugiado huye, porque cada instante que se queda en su lugar, si vida corre peligro”.

En este contexto es donde se produce la ‘cronificación’ de la pobreza. Porque la final estas personas se ven obligadas a trasladarse a aquellos países que les reciben (hasta el 80 por ciento de los casos son situaciones empobrecidas). Y ese es el contexto por el que Palestina es prioritaria.