Portugal, que este viernes registró récords de contagios y fallecidos, está estudiando volver al régimen de confinamiento que aplicó en abril y parte de mayo durante al menos 15 días y cerrar el comercio no esencial y la restauración, aunque en esta ocasión se mantendrían las escuelas abiertas.
El ministro de Economía, Pedro Siza Vieira, admitió en declaraciones a la prensa tras una reunión con sindicatos y patronales que esta posibilidad es lo más “plausible”, en un momento en el que el Gobierno prepara restricciones más apretadas debido al elevado aumento de casos en los últimos días.
Las medidas serán decididas después de una reunión con los especialistas prevista para el martes día 12, aunque el primer ministro, António Costa, ya había admitido el jueves que era “probable” volver a un confinamiento general.
Según detalló Siza Vieira este viernes, el escenario que maneja el Gobierno es un cierre de todo el comercio que no sea alimentario y de la restauración, que sólo podría operar en régimen de “productos para llevar” y entregas a domicilio.
La industria y la construcción civil se mantendrían en funcionamiento, al igual que las escuelas, ya que el Gobierno quiere perturbar lo menos posible el año lectivo. Este confinamiento se aplicaría durante al menos 15 días, aunque la duración dependería de la evolución de la pandemia.
El Ejecutivo también está preparando nuevas medidas de apoyo a la economía en caso de que se obligue a cerrar: “Si vamos a tener un período de 15 días con más restricciones es necesario reforzar los apoyos”, señaló Siza Vieira.
Entre esos apoyos estaría el acceso al régimen simplificado que se puso en marcha en la primera ola, que permitía suspender temporalmente contratos de trabajadores.
Portugal, con 10 millones de habitantes, batió el viernes sus récords desde que empezó la pandemia y notificó 10.176 contagios y 118 fallecidos, con picos máximos de ingresados en los hospitales.
Tras tres días consecutivos moviéndose en torno a las 10.000 infecciones, el país acumula desde marzo 466.709 casos, de los cuales casi 100.000 están activos, y 7.590 personas han fallecido.
Además de las reuniones con los agentes sociales, Costa mantuvo este viernes encuentros con representantes de los partidos del hemiciclo para buscar el máximo consenso posible sobre las restricciones a aplicar.