Hay una frase que les ‘chirría’ y que les molesta cada vez que la escuchan: “Tenemos que acostumbrarnos a convivir con el camalote, porque ha venido para quedarse”. Comentan que es una especie de coletilla que no están dispuestos a asumir.
La plataforma ciudadana Salvemos el Guadiana no comparte esta afirmación y critica que los representantes públicos la usen. Piensan que la Confederación Hidrográfica no está haciendo todo lo que está en sus manos para que la planta invasora más peligrosa de este río desaparezca por completo.
En una década han sido invertidos para su erradicación hasta 46 millones de euros, “dinero que sale de nuestros bolsillos, y seguimos igual que desde el principio”. A modo de “bucle de intervenciones en las que se malgasta el dinero y no se ve resultado en el saneamiento del Guadiana”. A juico de la plataforma parece que en torno a este problema hay “fines creados”. “Porque el problema sigue ahí año tras año”.
Miguel Ángel de la Cruz, miembro de la plataforma Salvemos el Guadiana de Badajoz, explica que las labores de recogida se hacen de manera poco “ortodoxa”. Critica que las cuadrillas acuden a las manchas de camalote en barcazas y arrastran la masa compactada hasta las orillas.
Por el camino según denuncia se diseminan los plantones que siguen colonizando nuevas orillas. Denuncia que la confederación no destina el personal suficiente para la retirada, a lo que une que los cordones que intentan frenar la invasión en del tramo urbano en Badajoz tampoco son efectivos. El motivo es que la planta ya invado ese tramo según critica.
A juicio de la plataforma no se están aplicando las técnicas de recogida eficientes, “ni se están tomando en serio la importancia que tiene la gravedad del asunto”. “Solo recogen plantas una o dos veces a la semana y no parecen estar concienciados con la propagación tan rápida y el ritmo acelerado del camalote”.
Protesta ciudadana
Este sábado se celebró una protesta junto al Puente de Palmas de la capital pacense. Más de medio centenar de personas han participado en el acto ante las amenazas que sufre en la actualidad.
Una convocatoria ciudadana que denunció las “negligencias” que a su juicio se cometen en la retirada de camalote y nenúfar del cauce del río. También la presencia de vertidos incontrolados de aguas fecales, residuales o pesticidas que contaminan el río.
Las personas participantes montaron de modo simbólico una alegoría a la muerte del Guadiana de la mano de un pequeño ataúd rodeado de peceras y con mensajes como ‘Nuestro río no es una cloaca’ o ‘R.I.P. Guadiana’.
Vertidos
Una de las cuestiones que critican es la presencia constante de vertido al patrimonio natural de todos los pacenses. Un río del que se recogen según lamenta desde escombros, hasta carritos de la compra, lavadoras, o incluso caballos muertos arrojados al agua.
A ello unen que la demora de hasta tres años en la finalización de la canalización de las aguas residuales a través de un colector que atraviesa el margen derecho del río hasta la central de depuración. Advierten que las aguas residuales y fecales deberían de ir por conductos ajenos al río y nunca vincularlo a este. “No entendemos que se presuma ante los medios de tener una de las mejores depuradoras de aguas residuales de España, cuando el río huele tan mal”.