“Esta protesta está siendo dura para mí, pero tengo el apoyo de mis compañeras”
Juliana, también vecina de Montijo, optó por meterse dentro del trastero del bloque de viviendas del piso de la que le desahuciaron. Sin luz, agua ni baño, en un pequeño habitáculo diáfano, de apenas unos metros. Como consecuencia del desahucio, la familia de 6 miembros ha tenido que dividirse: otro hijo de Juliana, de 20 años y su hija de 25 con un bebé de 6 meses han sido recogidos en La Roca de la Sierra por otros familiares.
Esta madre de 55 años reconoce que tiene problemas depresivos como consecuencia de todo el calvario que pasa, a lo que se unen otras afecciones y una minusvalía. Duerme en el suelo, sobre unas tablas y cartones, desde el 13 de octubre.
El resto, en el trastero, hacinados y a la espera de que le renueven la renta básica. Por el momento, en casa no hay ingresos y no puede plantearse la posibilidad de alquilarse una vivienda. Después de ser desahuciada, y con una minusvalía, espera que le concedan una vivienda y que le renueven la renta básica. Por el momento, en casa no hay ingresos y no puede plantearse la posibilidad de alquilarse una vivienda.
Con una gran bronquitis, permanece en su lucha, sin pensar en abandonar la calle y el coche en el que comparte junto a sus otras dos compañeras. “Esta protesta está siendo dura para mí, pero tengo el apoyo de ellas”.