El PSOE denuncia que hay casi 8.000 extremeños más en las listas de espera del SES

La portavoz de sanidad del Grupo Parlamentario Socialista, Isabel Gil Rosiña, ha destacado este jueves que los datos de las listas de espera sanitaria publicados por el Ministerio de Sanidad recogen que hay un aumento de pacientes en todos todos los parámetros comparados, con 7.900 personas más en total.

“Hay 433 extremeños más para operarse en Extremadura, 16.323 más esperando consultas y 1.830 extremeños más para pruebas diagnósticas”, ha advertido Gil Rosiña.

A su juicio, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y la consejera de Salud, Sara García Espada, “están empeñadas en hacerles vera los extremeños que hoy la sanidad funciona mejor, pero los datos son tozudos”. Así, ha subrayado que las listas de espera han crecido en total en 7.900personas, más de un 5%, según el PSOE.

Gil Rosiña ha asegurado que Guardiola hace “trampas” con los datos porque comparar las listas de espera de junio del 24 con diciembre del 23 es “como comparar peras con manzanas”.

“Guardiola se está luciendo”

La diputada socialista ha expuesto que los ciudadanos de Extremadura perciben que su sanidad hoy es “peor”, como recoge el informe que realiza anualmente la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), con datos del Ministerio de Sanidad.

El informe señala que la percepción de la ciudadanía extremeña respecto a su sanidad pública cae cinco puestos en el ranking nacional que valora los servicios sanitarios. “Pasa de ocupar la posición tercera a la octava en tan solo un año”, ha apuntado.

“La señora Guardiola venía a arreglar todo y con la sanidad extremeña y se está luciendo”, ha ironizado la diputada socialista, quien ha subrayado que el “caos” sanitario que el PSOE está denunciando durante todo este verano continua deteriorando el sistema público sanitario.

Por ello, ha advertido de que los socialistas no van a cansar de denunciar que el Servicio Extremeño de Salud (SES) es “un auténtico pollo sin cabeza” y que está en manos de gestores que “están ausentes y que no saben dirigir la sanidad pública”.