El pleno del Ayuntamiento de Cáceres ha aprobado este jueves solicitar a la Junta de Extremadura “la modificación urgente o derogación” del decreto del litio con los seis votos a favor de Unidas Podemos y de los ediles no adscritos y la abstención del PSOE, PP y Ciudadanos, que suman 17 concejales.
La moción ha sido presentada por el concejal no adscrito, Teófilo Amores, que entró en el ayuntamiento de las filas de VOX, que poco después abandonó por discrepancias con el partido.
De la sesión plenaria se han ausentado dos ediles del Ciudadanos (Cs), Antonio Bohigas, que es diputado provincial y estaba en el pleno de presupuestos de la Diputación de Cáceres de este mismo jueves, y Francisco Javier González Martín, que tomó posesión en julio como nuevo concejal de Cs tras la renuncia de Antonio Ibarra, que había presentado su dimisión por cuestiones personales y profesionales.
El proponente de la moción, el no adscrito Teófilo Amores, la ha defendido con una camiseta puesta de la plataforma Salvemos la Montaña y ha criticado que no se haya dejado acceder al pleno al centenar de manifestantes que estaban en la Plaza de las Piñuelas, “con el absurdo pretexto de que ya había comenzado la sesión”.
Amores ha cargado contra los grupos municipales del PSOE, PP y Cs. Del Grupo Socialista ha criticado que el alcalde, Luis Salaya, “haya apadrinado el decreto del litio, consolidando una legislación redactada expresamente para que llegado el momento la Junta de Extremadura apruebe el proyecto, pese a que el propio Fernández Vara afirmó que la decisión sobre la mina se tomaría en Cáceres”.
Y de los populares ha criticado que “han pasado cinco meses desde que dijeron que no tenían suficiente información sobre el nuevo proyecto de mina de litio; siguen sin tenerla”.
A Cs le ha afeado el “tono paternalista” de su portavoz, Raquel Preciados, única edil de la formación naranja presente en el pleno. Y le ha espetado que “no hace falta ser ingeniero para pronunciarse sobre la mina, como no hace falta ser militar para pronunciarse sobre la guerra”.
“Sabemos lo que beneficia y perjudica a nuestra ciudad”, ha proseguido Amores, que ha defendido que sean los ciudadanos los que decidan, porque a los cacereños les falta espalda para tantas puñaladas“.
Salaya ha tomado la palabra después de la votación para aclarar varios aspectos, como el hecho de que “la decisión de este proyecto minero se tiene que tomar en Cáceres”. “Me tranquiliza que el principal partido de la oposición (PP) mantenga también esa postura”.
Igualmente, ha aclarado sus polémicas declaraciones de marzo de 2021, cuando dijo que presentaría su dimisión como regidor si la Junta de Extremadura llega a aprobar la mina de litio en el paraje Valdeflórez.
“Dije que dimitiría con respecto al proyecto a cielo abierto”, ha señalado, al tiempo que ha reconocido que “la presión puede ser muy dura; ya lo hemos vivido antes”.
Al respecto, ha pedido “respetar los tiempos de la Administración” porque “es un proyecto nuevo y estamos esperando a tener la información suficiente; evitemos que haya que marcar posicionamientos precipitados”.
El edil del Grupo Popular José Ángel Sánchez Juliá, y no su portavoz, Rafael Mateos, ha defendido la abstención del PP porque “lo más importante está por llegar: los informes de los técnicos. Sin informes no vamos a creernos lo que dice la empresa ni la parte contraria”.
Un discurso similar al de Preciados, que ha señalado: “confío en la valoración de los técnicos y es muy importante tener esa documentación como soporte para poder evaluar el proyecto”.
Por último, el edil de UP Ildefonso Calvo ha compartido las declaraciones del PP sobre que el decreto es “una aberración jurídica”, pero se ha mostrado “sorprendido” con que se abstuvieran en la votación en la Asamblea de Extremadura “en lugar de votar en contra, mientras que el no adscrito Francisco Alcántara ha acusado al PSOE de ”hacer vaivenes“ con respecto al proyecto minero.
Mientras, en el exterior del ayuntamiento se manifestaba una treintena de miembros de la Plataforma Salvemos la Montaña, bajo gritos de “Salaya no nos callas”, que mostraron su malestar porque la policía local no les permitió acceder al salón de pleno donde en eso momentos se debatía la moción.
En las redes sociales de la plataforma han calificado la postura del alcalde, de una “cacicada” más propia de 1936 que de 2022, y aludían también a que la abstención del PSOE, PP y Cs era signo de cobardía para no pronunciarse a tan poco espacio de las próximas elecciones municipales y autonómicas.