Logopedas, odontólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales son algunos de los profesionales sanitarios que han hecho piña para exigir el cierre de sus centros de rehabilitación y clínicas privadas.
El Gobierno no ha decretado el cierre de sus negocios, de modo que no pueden acceder a los ERTE especiales para las empresas que recoge el decreto del estado de alarma. Necesitan que se les incluya en la orden para poder disponer de las regulaciones temporales y las prestaciones por desempleo que el Ejecutivo ha decretado para el resto.
Los profesionales han decidido echar el cierre de manera voluntaria y preventiva en sus consultas. Explican que su actividad profesional no les permite garantizar las distancias de seguridad prescritas por el Ministerio de Sanidad. Al mismo tiempo no disponen los materiales necesarios para realizar su labor, como gafas y mascarillas, geles de hidro alcohol y batas.
Pese a que ya no trabajan, excepto para atender los casos más urgentes, se ven abocados a una situación difícil. Aquellos que decidan suspender la actividad, y acogerse a un ERTE, tendrían que pagar la Seguridad Social de los empleados y el 25% del sueldo.
Una labor necesaria, pero no urgente
“Somos principalmente autónomos y personas que no podemos acceder al resto de ayudas aprobadas para otras empresas y autónomos. Pedimos responsabilidad y coherencia”. Así lo expresa Almudena Valle, presidenta de Colegio de Logopedas de Extremadura, que incide en que desarrollan una labor necesaria, pero no urgente.
Supone también una labor de riesgo porque trabajan con personas vulnerables, con discapacidades, inmunodeprimidas o ancianos, y en estos momentos no se puede garantizar su seguridad.
Por otro lado critica que Extremadura se encuentra en desventaja respecto a otras comunidades, que sí que han decretado ya el cierre, como es el caso de Castilla La Mancha, Cataluña y Galicia. “A nosotros se nos remite al Gobierno central y sus decisiones, pero tenemos conocimientos desde otros colegios profesionales que hay CCAA que han decretado el cierre de las clínicas sanitarias, estamos sufriendo un agravio comparativo”.
“Estamos en un limbo”
El Colegio de Odontólogos de Extremadura señala que se enfrentan a una situación de incertidumbre y de caos. Los clientes ya no acuden al dentista y sólo atienden a los casos urgentes, aunque sin material de protección suficiente.
Su presidenta, Maripaz Moro Velasco, alerta de que existe una falta absoluta de suministros con el estado actual de alarma. A eso se suma las donaciones de material que ha hecho ante el llamamiento de las autoridades
Solicitan el cierre de las clínicas en su labor asistencial habitual, manteniendo los casos urgentes para descongestionar las Urgencias de hospitales y centros de salud.
Advierte de que todos los profesionales sanitarios con clínicas y consultas están en una especie de limbo sin solución. “Echamos de menos que el Ministerio de Sanidad, como actores principales de esta película de terror que estamos viviendo, haya llamado a los responsables máximos de las diferentes profesiones sanitarias y les haya dicho cuál es la labor de cada uno de ellos en esta crisis”.