El temporal y la borrasca del oeste siguen alternando períodos de lluvia y viento en Extremadura, que continuarán durante toda la semana próxima según los pronósticos, en un periodo continuo que ya ha obligado a desaguar de forma preventiva en los pantanos del Jerte en Plasencia o del Rosarito que recibe aguas del Tiétar.
El jueves fue de lluvias, el viernes tocó fuertes rachas de viento, y este sábado ha vuelto a llover aunque menos pero la llegada de caudales de los afluentes, y la apertura de la presa, hacía que al mediodía el río Jerte tras pasar por Plasencia llevara en Galisteo un caudal de 133 metros cúbicos por segundo.
En la cuenca del Guadiana, donde las precipitaciones han sido bastante menores al Tajo cacereño, el río Guadalmez en Ciudad Real de la provincia de Badajoz llevaba a la misma hora 70,3 metros cúbicos por segundo, el Gévora en Valdebótoa junto a Badajoz 21,46, y por el azud del Guadiana en Badajoz pasaban cada segundo 28 metros cúbicos.
Todo ello según datos de los sistema automáticos de información hidrológica (SAIH) de las confederaciones hidrográficas en las cuencas referidas.
Norte de Cáceres y ciudades
En lo que va de año –las lluvias considerables no han empezado hasta finales de febrero- se acumulan en las comarcas del norte de Cáceres, cantidades de 250 y hasta 300 litros por metro cuadrado según la red privada de estaciones climatológicas Meteoclimatic.
Una estación en Aldeanueva de la Vera lleva contabilizados 308 litros, y otras en Pinofranqueado (Hurdes) 264 y Madrigal de la vera 259. En general en todo el norte de la provincia se superan los 100 litros.
En las principales ciudades y también según Meteoclimatic van en Badajoz entre 75 y 96 litros (según la estación) por metro cuadrado acumulados desde principios de año, en Cáceres 97-121, Mérida 63-77 y en Plasencia 78.
El jueves Garganta la Olla en Cáceres fue la segunda localidad más lluviosa de España con 92 litros, y en viernes Jerez una de los lugares con el viento más fuerte, 75 kilómetros/hora con alguna racha que alcanzó los 105.
Beneficios
Son lluvias generosas las de los últimos días pero harían falta muchísimas más para alcanzar la normalidad, por eso la Confederación Hidrográfica del Tajo sigue tramitando la declaración oficial de sequía, mientras llegan noticias de beneficios para la agricultura.
Por ejemplo estas aguas han mejorado las previsiones del sector extremeño de la miel, que hubiera estado abocado a una nueva campaña “catastrófica” sin estas precipitaciones.
El responsable de la sectorial de Apicultura de Asaja Extremadura, Paulino Marcos, ha explicado a la agencia Efe que el sector necesitaba agua desde el pasado mes de septiembre“para asegurar un inicio de campaña óptimo.
Sin embargo, el otoño y el invierno han sido “malos”, con escasas precipitaciones y con habituales cambios de temperatura, al pasar de días fríos a otros muy agradables.
Todo ello hacía que las abejas fueran escasas y que no hubiera polen en el campo, una situación que ahora cambia “por entero” pues con las precipitaciones brotarán las flores y además tendrán néctar.
Antes de estas lluvias, “ibas por el campo y parecía el mes de agosto, pues las flores necesitan humedad para que tengan néctar y las abejas puedan recogerlo, las cuales, ante esta escasez, necesitaban más desplazamiento para recolectarlo”, ha explicado Marcos.
Esta situación, no obstante, no asegura aún niveles óptimos de producción, los cuales dependerán del comportamiento de la primavera, aunque sí permiten descartar malas perspectivas desde un principio, ha significado.
Como en el resto del campo extremeño, los apicultores están hoy “muy contentos”, ha afirmado el máximo responsable de la sectorial de Apicultura de Asaja.
Esta actividad viene de dos años “malos” en la comunidad autónoma, por lo que un tercero sería “muy negativo” para este segmento.
En este sentido, ha agradecido que el Ejecutivo autonómico haya incluido al sector en las ayudas por la sequía y haya impulsado a su vez las ayudas agroambientales, “sensible” por tanto con la apicultura ante la situación por la que pasaba.