Extremadura va a contar con 27 millones de euros para invertir en nueve planes de sostenibilidad turística, de acuerdo al reparto acordado entre el Gobierno y las comunidades autónomas de 615 millones del programa Next Generation, dedicado a los planes de Sostenibilidad Turística en Destino, y que apoyará en total 169 proyectos.
Los 27,01 millones de euros corresponden a seis Planes de Sostenibilidad Turística que ejecutarán las administraciones locales, y tres Acciones de Cohesión en Destino que llevará a cabo la Junta de Extremadura.
Los seis planes recibirán 18 millones de euros (66,64% del presupuesto total) repartidos en dos territorios rurales con identidad turística; tres ciudades con identidad turística, y un gran destino urbano.
Por su parte las tres acciones recibirán un total de 9,01 millones de euros (33,36 %).
Los seis planes son los correspondientes al Ayuntamiento de Cáceres, con un presupuesto de cuatro millones de euros; Ayuntamiento de Mérida, con cuatro millones de euros; Ayuntamiento de Plasencia, con tres millones de euros; Diputación de Badajoz (Comarca de Olivenza), con dos millones y medio; Diputación de Cáceres (Comarcas Sierra de Gata - Hurdes), con dos millones y medio de euros; y Ayuntamiento de Badajoz, con dos millones de euros.
Las tres acciones aprobadas son ‘Cooperación e Innovación en destino experiencial en las provincias de Cáceres y Badajoz’, con un presupuesto de 2.567.200 euros; ‘Corredor Ambiental UNESCO’, con 3.307.200 euros; y ‘Corredor Vía de la Plata Camino Mozárabe’ con 3.135.600 euros.
El dinero se distribuirá entre 169 beneficiarios en los distintos territorios españoles y entre ellos hay grandes ciudades como Madrid y Valencia, numerosos municipios rurales y destinos pioneros de sol y playa, según informa el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
De los 169 proyectos seleccionados (entre un total de 506 solicitudes presentadas), 153 los gestionarán las entidades locales solicitantes, mientras que otros 16 corresponden a acciones de cohesión territorial que desarrollarán las comunidades pero que tendrán impacto directo en los destinos.
Madrid 10 millones, Mallorca 13
Entre los planes con mayor dotación figura la ciudad de Madrid, con 10 millones, con los que se hará un programa integral de transformación digital, se instalará una electrolinera en la Plaza de Canalejas y se creará el Centro de Interpretación Plaza de España, entre otras acciones.
Se incluye también el Consell de Mallorca, con un proyecto de 13 millones para mejorar la sostenibilidad del destino; el Cabildo de Fuerteventura, con una inversión de más de nueve millones para la rehabilitación de senderos y miradores, o la ciudad de Valencia, con 7,5 millones para un programa de reducción de plásticos en el sector turístico, entre otras acciones.
La lista de los proyectos aprobados recoge también 84 destinos rurales en los que se pretende que el desarrollo de la actividad turística dinamice la economía local y arrastre a otros sectores como el agroalimentario y contribuya a generar empleo y fijar población.
A diferencia del programa ordinario de Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos, que lleva ya dos ediciones, esta primera convocatoria extraordinaria no se financia con el presupuesto propio de las tres administraciones implicadas (secretaría de Estado de Turismo, comunidades y entidades locales) sino que se sufraga íntegramente con los fondos de recuperación europeos.
Este programa persigue apoyar a los destinos turísticos españoles en su proceso de transformación hacia polos de innovación turística capaces de integrar en su oferta la sostenibilidad medioambiental, socioeconómica y territorial.
Busca también mejorar la competitividad de los destinos, incorporar la sostenibilidad y la digitalización, diversificar la oferta de destinos, redistribuir la renta turística, favorecer la cohesión territorial y la desconcentración de la demanda, en particular en las zonas rurales, así como propiciar la desestacionalización, entre otras.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha destacado que este programa es “el mejor ejemplo de colaboración entre los tres niveles de la Administración en una política de Estado como debe ser la política turística”.