“La burbuja de Ciudadanos va a pincharse por mucho que sectores del poder la fomenten para que la derecha mantenga el poder”
Gonzalo Caballero (Ponteareas, 1975) lleva apenas medio año al frente de la secretaría general del PSdeG, a la que llegó tras un proceso de primarias y Congreso Nacional que pusieron fin a un prolongado período de interinidad en la dirección del partido. Una vez superadas las renovaciones de los órganos provinciales Caballero ya ha activado ya algunos de sus primeros proyectos, como el impulso de una fundación que actúe como “laboratorio de ideas del cambio” en Galicia. Afín a Pedro Sánchez, con el que colaboró en las primarias que le permitieron recuperar el lidezargo del PSOE, Caballero admite que un eventual “cambio” que desbanque al PP del poder en Galicia “tiene que ser compartido” con otras fuerzas aliadas en una “gran coalición social de progreso” que sea capaz de atraer a la “mayoría social que sabe que Galicia no va bien”. Considera, no obstante, que “si el PSdeG no es capaz de liderar ese proceso, la historia gallega muestra que no se produce”. [Entrevista realizada originalmente en gallego]
Tras una victoria inesperada en algunos ámbitos y unos primeros meses marcados por los procesos internos, ¿cómo evalúa la salud interna del partido?
Después de estos meses tengo una impresión positiva del trabajo que está haciendo en la organización. El partido venía de dos años sin una dirección política regular, estaba dirigido por una gestora, y esto hizo perder a la organización mucho engrase. La impresión que tengo es que en este tiempo estamos recuperando la normalidad de la organización, intentando fortalecer la existencia de una dirección gallega del PSdeG que está articulando los cimientos de un proyecto político para Galicia. No encontré ninguna sorpresa ni nada que yo no pudiera esperar.
¿Se ve entrando en el Parlamento de Galicia a medio plazo?
La política cambia mucho, y hoy por hoy es muy volátil. Intentar hacer previsiones a medio plazo a veces resulta muy complejo. Yo quiero ser coherente y transparente. Lo que trasladé fue que iba a mantener mi dedicación a la universidad durante algún tiempo y lo estoy haciendo. No tengo mayor urgencia por entrar en ninguna institución, pero tampoco descarto que en algún momento el secretario general tenga que ocupar también alguna responsabilidad institucional que hoy por hoy ni está previsto cuál, ni cuándo, ni cómo. Hay mucho trabajo por hacer.
¿Qué parte de responsabilidad tiene o ha tenido la izquierda para que, en lo peor de la crisis, la mayoría absoluta del PPdeG haya resistido incluso después de sufrir importantes golpes electorales como las europeas de 2014 o las municipales de 2015?
Es cierto que el caso de Galicia es una excepción en el conjunto del Estado, el único lugar en el que el PP mantuvo la mayoría absoluta. Hay que pensar que de los 37 años de la autonomía gallega, la derecha ha gobernado 30 años y la izquierda, siete. Aquí ha habido un caldo de cultivo muy importante para la derecha. Es posible que a la izquierda en Galicia le haya costado asimilar la pérdida del gobierno de progreso liderado por Emilio Pérez Touriño. Después de que por primera vez en las urnas se permitiera un gobierno de izquierdas no fuimos cpaces de reeditarlo y eso dejó al PSdeG en un escenario complejo. Posiblemente, además, sin darle al expresidente Touriño el espacio político que aún podía seguir desarrollando. Todo eso generó un escenario que coincidió con una crisis económica muy grande que erosionó al PSOE en el Gobierno del Estado, en la que surgieron nuevas fuerzas, y el PP aprovechó aquí para mantener el control político.
¿Qué tiene más peligro ahora mismo para las aspiraciones del PSdeG de volver a la Xunta, el debilitamento de En Marea o el fortalecimiento de Ciudadanos?
No creo en la fiabilidad de ese estado de opinión reflejado en las encuestas con Ciudadanos como principal fuerza política . En 2016 todas las encuestas mostraban un sorpasso, que el PSOE iba a ser tercera fuerza política, y ya hubo alguna encuesta en 2015 que mostraba a Ciudadanos al borde de ser la primera fuerza. Creo que existe un conjunto de intereses económicos, sociales, mediáticos, que están potenciando a Ciudadanos, poniéndolo muy fuerte en las encuestas para que la derecha tenga un bastón con el que pueda mantener el Gobierno en el futuro. Eso es una estrategia de las estructuras de poder para que la derecha pueda ser complementada con otra. Por el contrario, el PSOE está en condiciones de liderar una alternativa de izquierda con un resultado electoral superior al que están dando algunas encuestas interesadas. Ya ocurrió antes de 2016. La burbuja naranja de Ciudadanos va a pincharse por mucho que los sectores económicos, sociales y mediáticos conservadores estén fomentando ese incremento para mantener el control social y político en España. En clave gallega, Ciudadanos en Galicia no tiene proyecto, no tiene estructura, no tiene referentes. Y también puede existir algún tipo de operación de tratar de prolongar esa entrada para ponerle un bastón al PP de Galicia, que no va a obtener mayorías absolutas en muchos lugares. Pero Ciudadanos mantuvo una política agresiva con los intereses de Galicia con distintas cuestiones y la ciudadanía gallega sabrá valorar si se quiere dejar llevar por los cantos de sirena que en el fondo intentan mantener el control de la derecha.
El PP en 2015, puede que como globo sonda, dijo que si el PSdeG quisiera no gobernarían las mareas o el BNG en las ciudades de Galicia. Incluso a nivel mediático se habló de una gran coalición a la alemana. ¿Cómo valora esa posibilidad?
Yo estuve reunido con Feijóo en diciembre y planteé algunos grandes temas en los cuáles el PSdeG estaba dispuesto a dialogar con la Xunta: financiación autonómica, recuperación demográfica, política forestal, igualdad. Tenemos capacidad de diálogo en esos temas, pero el PSdeG es la alternativa al PP. El año pasado el PSOE hizo un ejercicio importante de reubicación en el tablero político a través de unas primarias que permitieron establecer en España con Pedro Sánchez que los socialistas somos la alternativa al PP y no somos cómplices de los gobiernos de la derecha. La militancia socialista marcó con claridad esa hoja de ruta. Estamos donde siempre hemos estado, en la izquierda, y de esa manera es como conseguimos ser la principal fuerza de izquierda en España y creo que hoy también en Galicia. Tenemos que mantener el diálogo institucional necesario con el PP y reconocer que en Galicia la derecha tiene una mayoría legítima porque se la dieron las urnas, pero se lo dije a Feijóo directamente: nuestro trabajo es que la derecha deje de gobernar la Xunta. De forma similar traslado a los distintos ayuntamiento que el PSdeG es una fuerza de izquierda que va a trabajar con las fuerzas de izquierda para conseguir gobiernos de progreso en las ciudades y en las diputaciones.
El Estado está en un contexto convulso, incluso de reformulación al hilo de la cuestión catalana y en ese escenario Euskadi está muy presente mientras Galicia parece ausente o jugando a otra cosa. ¿Cuál cree que debe ser el papel de Galicia en un escenario estatal que parece ir hacia la reconfiguración territorial?
Feijóo está jugando a su promoción personal y deja los intereses de Galicia en un segundo plano. Eso es un error. Los socialistas creemos que si el Estado español avanza en algún momento hacia una reforma constitucional que intente establecer un modelo de Estado plurinacional o un modelo de nación de naciones, Galicia tiene que hacer valer su especificidad histórica y reconocida constitucionalmente para estar en el pelotón de salida de forma análoga la cómo estén el País Vasco o Cataluña. A partir de ahí, como socialistas y galleguistas, no somos nacionalistas, no estamos en la idea de romper la soberanía nacional en el Estado español ni en establecer fronteras. Tenemos que construir ese futuro de una España más plural que sea sensible a la diversidad pero que también sea respetuosa con los derechos y con ecanismos de solidaridad que eviten cualquier tipo de desigualdad.
¿Cree que hay un riesgo de que Galicia se quede fuera de posibles redefiniciones? El Gobierno gallego ha pasado de tejer alianzas históricas con Catalunya o País Vasco a hacerlo con la Comunidad de Madrid o Castilla y León.
Feijóo le ha hecho perder peso político a Galicia en todos los escenarios. También a nivel internacional, en la UE o Latinoamérica, donde está ausente. Dedicó su esfuerzo a intentar hacer ver que era un buen gestor porque ajustaba el déficit público, pero disparó la deuda pública. Hay una falta de capacidad política y de compromiso con el autogobierno por parte de Feijóo. El escenario político es muy incierto por la cuestión catalana y por lo tanto hacer previsiones es muy complejo. Si el presidente de la Xunta está centrado en su estrategia de promoción personal dentro del PP de Madrid, pues evidentemente los intereses de Galicia están minusvalorados y en un segundo plano.