La dejadez de la Xunta convierte en papel mojado el sello de igualdad para primar a las empresas en los concursos públicos

Galicia cuenta desde hace 14 años con un sello propio para identificar a las empresas que se comprometen con la igualdad. Pero el distintivo, que sirve para que, por ejemplo, las firmas reciban más puntos en los concursos públicos, ha tenido un impacto mínimo desde que se puso en marcha en 2009, justo cuando Alberto Núñez Feijóo logró su primera mayoría absoluta en la comunidad. Tan mínimo, que fuentes de la Xunta indican que no llegan ni a cinco las sociedades certificadas y la patronal destaca únicamente sobre la iniciativa que “lo importante” es que está a punto de implementarse otra distinta tras cuatro legislaturas.

A pesar del escaso éxito, este sello, llamado hasta ahora Marca Galega de Excelencia en Igualdade, figura en las cláusulas de concursos públicos de la Xunta. El procedimiento, pendiente de adjudicar en la actualidad, para que Turismo de Galicia contrate un servicio para su estrategia en las redes sociales y el desarrollo de iniciativas publicitarias, incluye cuatro criterios para evaluar las propuestas. Los de más peso son la oferta económica (41 puntos) y las bases estratégicas y plan de trabajo (40 puntos). A continuación aparecen un ejercicio teórico que puede sumar hasta nueve puntos y un apartado de hasta 10 puntos por las políticas empresariales en materia de igualdad y conciliación.

El documento sobre el contrato público cita esta marca de igualdad específicamente como una forma, aunque no la única, de demostrar que la empresa cumple los estándares en la materia y promueve políticas contra la discriminación. Fuentes de la Conselleria de Promoción do Emprego e Igualdade defienden que los concursos no se estaban desvirtuando por este sello precisamente por su escasa implantación y admiten que el distintivo no estaba funcionando.

El Gobierno gallego ha optado finalmente por reformarlo y cambiar los requisitos y el nombre. Una vez se apruebe la nueva ley de igualdad gallega, que está en tramitación parlamentaria y que no estará aprobada hasta finales de año, el sello pasará a llamarse Certificación Galega de Excelencia en Igualdade. Entrará en vigor automáticamente con el texto normativo, sin necesidad de un desarrollo legislativo posterior.

Esta nueva certificación ha sido pactada en el diálogo social -con patronal y sindicatos- y la Xunta asegura que, con este respaldo, espera que, ahora sí, empiece a tener éxito entre las empresas gallegas y contribuya a fomentar las políticas de igualdad. La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) señala que el objetivo es que “acceda un mayor número de empresas a este distintivo”. En la norma anterior, que la Xunta no actualizó en 14 años, “lo habían alcanzado muy pocas empresas”. La certificación es “una marca regulada, a través de la normativa de igualdad, más acorde con los nuevos tiempos”, defiende la patronal gallega.

La historia del sello se remonta a principios de 2009. En sus últimos compases, el Gobierno bipartito de PSdeG y BNG sacó adelante un decreto para regular la promoción de la igualdad en las empresas que incluía la marca de excelencia para las que destacasen en este campo. Entre los requisitos estaban la presencia de un 40% de mujeres en la plantilla y en cada grupo profesional; garantías de igualdad en los salarios; medidas de conciliación; prevención y sanción del acoso sexual; publicidad no sexista, y medidas específicas para la seguridad de las mujeres en el trabajo. Dos meses después de que la norma se publicase en el Diario Oficial de Galicia (DOG), Feijóo, que ahora anuncia que eliminará el Ministerio de Igualdad si gobierna en España, tomaba posesión como presidente de la Xunta y a lo largo de sus gobiernos el sello quedó relegado.

En 2022, la conselleira de Promoción do Emprego e Igualdade, María Jesús Lorenzana, anunció que la Xunta iba a hacer un cambio de nombre y a modificar los requisitos para acceder al sello. Los ejes centrales, según el Gobierno gallego, son la eliminación de la brecha salarial y la formación en igualdad laboral entre quienes tienen responsabilidad en las empresas. La certificación podrá entregarse a iniciativas privadas o públicas gallegas o con representación en Galicia a través de una delegación y que tengan al menos seis trabajadores en la comunidad. Entre los requisitos está que tengan un plan de igualdad del que hayan implantado por lo menos el 25% del contenido.

En total, habrá 16 de criterios de valoración y el máximo serán 100 puntos. Para empresas de entre seis y 50 trabajadores bastará con que sumen 70, mientras que si tienen más de 250 deberán llegar a 85. El plazo para presentar solicitudes estará abierto de manera permanente.