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Industria reúne de urgencia a todas las partes ante la falta de acuerdo sobre la planta de Alcoa

El tiempo de negociación previo al ERE en la planta de Alcoa de San Cibrao se acabó la pasada medianoche. Aunque la reunión entre la multinacional Alcoa y el comité de empresa se extendió más allá de las 00.00 horas y continúa en el día de hoy, las conversaciones parecen haber entrado en un punto en el que las posturas de ambas partes son inamovibles. El debate gira en torno al apagado de las cubas que dan vida a la factoría: el comité se opone a su hibernación como propone Alcoa.

Ante esta situación, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha convocado una reunión urgente en la que se sentarán todas las partes interesadas, sindicatos, Alcoa, la compradora interesada Liberty House y la Xunta de Galicia, para tratar de desenmarañar el futuro del complejo industrial. La mesa multilateral está prevista para las 20.30 horas del día de hoy y será telemática. Las negociaciones del período de consultas del despido colectivo de 534 trabajadores de la planta de aluminio harán un parón hasta el jueves. Tienen pendiente la fima de las actas de la prolongada reunión de las últimas horas.

Alcoa presentó el pasado lunes, después de conocerse el interés de Liberty House por la planta de Cervo y a 24 horas del término del período de consultas, dos ofertas al comité de empresa. La más novedosa consiste en realizar un expediente de regularización temporal de empleo durante dos años y parar las cubas de la planta durante 120 días mientras se inicia el proceso de venta. Alcoa asumiría el coste del arranque de las mismas hasta un coste de 35 millones de dólares en el caso de que se cierre la venta. Una situación que no asume el comité, que asegura que para las cubas significa condenar a la planta por las dificultades que entraña reactivarlas. La otra opción que Alcoa puso encima de la mesa es mantener el ERE mientras se inicia un proceso de venta en el que uno de los requisitos para la nueva empresa propietaria sería la incorporación prioritaria de los trabajadores afectados por el despido colectivo. En esta también se propone parar las cubas de producción.

Por su parte, la Xunta de Galicia, que es la autoridad laboral que tramita el ERE, asegura que será “estricta” a la hora de analizar su autorización. El vicepresidente en funciones, Alfonso Rueda, ha pedido a la empresa que “siga negociando” de cara a lograr una posible venta de la planta. “Si hay posibilidad de adquisición de la empresa, hay que acreditar que se negoció hasta el último momento y el modo de negociar es tener más tiempo”, aseguró. En este sentido, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada reclamó a la Xunta que sea “extremadamente rigurosa” con el despido colectivo de Alcoa por las “muchas dudas de que ese ERE pueda ser autorizado”.

Rueda insistió que es preciso además que el Gobierno central apruebe un marco de precios para las empresas electrointensivas. “Sin ese estatuto tantas veces prometido y tantas veces incumplido por parte del Gobierno central no hay manera, sería imposible”, añadió.