Feijóo, forzado a volver a responder por la Operación Zeta en el Parlamento
No será cómo prefería la oposición, pero será. El Parlamento de Galicia acaba de configurar el orden del día del primer pleno del nuevo período de sesiones y grupos como el PSdeG y el BNG, así como el Mixto, han reclamado incluir en él una comparecencia del presidente de la Xunta sobre de la Operación Zeta, la trama de presunto fraude en cursos de formación en la que acab de ser citado como investigado -antigua imputación- Pachi de Lucas, el empresario a quien la Policía y la jueza consideran intermediario entre los presuntos cerebros de la red y los cargos políticos y a quien la propia investigación ubica en el círculo de amistades de Alberto Núñez Feijóo. El PP, como era previsible, ha vetado la solicitud, pero el titular de la Xunta tendrá que abordar la cuestión.
Dada la más que esperada negativa del PP, que su portavoz, Pedro Puy, justifica con la necesidad de “no hacerle el juego” a la oposición, el PSdeG ha trasladado el tema a la sesión de control al presidente. De este modo, el portavoz socialista, José Luis Méndez Romeu, instará a Feijóo en ese turno de preguntas a aclarar las “funciones desarrolladas” por Pachi de Lucas y si su “influencia” logró condicionar alguna ayuda de la Xunta a las empresas y entidades que presuntamente gestionaron las ayudas de formación de manera fraudulenta.
Es necesario, dice Méndez Romeu, que Feijóo “explique en sede parlamentaria su conexión con el conseguidor”, ahora investigado “por presunto tráfico de influencias” y que lo haga con una actitud diferente a la mostrada cuando fue cuestionado al respecto en diciembre de 2014. Entonces, “cuando se conoció la presencia de De Lucas en la trama”, dice, Feijóo “no ofreció más que denuestos y descalificaciones” con una intervención que el diputado del PSdeG considera “de vergüenza ajena”. “Si el conseguidor ha participado de alguna decisión del Gobierno gallego habrá que dar alguna explicación”, enfatiza.
También el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, reclama explicaciones del presidente. El último auto de la magistrada, dice, “considera confirmados los indicios que apuntan a un delito de tráfico de influencias al actuar [De Lucas] como conseguidor de Gerardo Crespo”, principal investigado. “Quiero recordar que Pachi de Lucas es una persona del círculo íntimo del señor Feijóo”, resalta el nacionalista, quien ve confirmado que en este “escándalo” no han funcionado “los mecanismos de control de los cursos”. “Estamos -subraya- ante una trama de financiación ilegal con la connivencia de responsables de la Xunta y del PP”.
Las anteriores respuestas de Feijóo
Esta no será, efectivamente, la primera ocasión en la que Feijóo tenga que responder por la Operación Zeta. En octubre de 2014, tras el estallido público del caso, el presidente de la Xunta desvió hacia el entonces alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, las explicaciones sobre de los presuntos pagos en 'B' al PP coruñés. A continuación, ya en el Parlamento y después de que el BNG mostrara una fotografía suya compartiendo bancada con el 'conseguidor' en la plaza de toros de Pontevedra, replicó culpando el bipartito de ayudar a las entidades de Crespo con mayores cuantías que el gobierno del PP y afirmando, además, que si el caso había llegado a la Justicia había sido gracias a su Gobierno.
Mientras continuaban saliendo a la luz datos del sumario, tales como los regalos anotados por la trama para diversos cargos de la Xunta o el esquema de lo que los investigadores definieron como “aza de dinero público”, Feijóo evitaba aclarar su relación con De Lucas. “A efectos de sumarios no hay amigos ni enemigos”, afirmó. Semanas después, en noviembre, el PP impedía por primera vez abrir una investigación parlamentaria sobre el caso para “no politizar” y, en una nueva sesión de control, Feijóo negó tener un “mediador” en la presunta red corrupta, en referencia a De Lucas, mientras intentaba de nuevo poner el foco sobre la gestión de PSdeG y BNG en la Xunta. Si no ofrecía explicación sobre sus vínculos con Pachi de Lucas, señalaba, era para no “desviar la atención”.