Santiago de Compostela se vuelve monocolor. Los escaparates mandan mensajes informativos sobre lo que supone la violencia de género para nuestra sociedad: Sí es sí, no es no; Soy libre de decidir mi vida; Respeta mis decisiones o 1 de cada 4 mujeres que sufre violencia machista no lo denuncia por miedo. Todo sobre fondos rigurosamente oscuros. Nombres, rosas, maniquíes, muebles, ropa o fotografías se convierten en recuerdo de las víctimas de una lacra que ya ha dejado 40 huérfanos en España en lo que va de 2015.
La violencia machista es la expresión más extrema de las desigualdades sociales que viven las mujeres. En lo que va de año, 5 mujeres han sido ya asesinadas en Galicia y 3 de cada 10 mayores de 16 años declaran haber sido víctimas de violencia física o sexual. El Ayuntamiento de Santiago manifiesta que considera esta una realidad “dramática” y que “requiere una respuesta unánime y firme de toda la sociedad, que ponga de manifiesto el rechazo social de todas las formas de violencia contra las mujeres”. Desde el consistorio han implicado al tejido comercial en una campaña cuyo objetivo, indican, es “promover y hacer visible el rechazo de la ciudadanía” a este problema.